viernes, 4 de abril de 2008

LOS VAGOS, LOS NIÑOS Y LA MUERTE

Tengo un vagabundo que duerme en la esquina de mi casa. Se llama Vicente y es sucio como una novela de Buk. Tiene familia, una hija, el marido de la hija, un nene y una nena, sus nietos. Me conocen como El Colocho, o sea, el moreno alto de rulos. Todos viven con don Vicente, bajo el dintel de un comercio a 20 metros de mi edificio.

Durante el día lustran zapatos en el parque Centenario, en la noche cuidan los autos que visitan Badd Attitude, el bar de rockeros, y Aphanasi, el bar gay. Me saludan cuando paso y los nenes me gritan en sonoro entusiasmo "Adiós Colocho!!!!", yo les sonrío y cada vez que puedo les llevo sobras de cenas, ropa que no uso o colchas viejas.

Condeno enérgicamente cuando miro a los pequeños a altas horas de la noche de la mano de sus padres cobrando las monedas del cuido de carros. Yo voy con mis tragos y me enojo. Luego se me olvida. Los nenes me gritan "Colocho!!!" y quiero llorar o moler a golpes a don Vicente o al Presidente o a no sé quien. Los pequeños, que no conozco sus nombres, me dan serios escalofríos y ojos aguados.

A veces, por las noches se escuchan griteríos en la esquina que esa familia comparte con otros... digamos 10 personas... y se pelean por espacios y cartones. Despiertan a toda la cuadra y sabemos que es normal, en ese territorio mental que es el vago, los poderes políticos vuelven a lo básico: territorio, comida, abrigo.

Los que allí crecen, los infantes, no conocen otro mundo. Otra felicidad que el calor materno. Otro olor que el de la falta de agua. Otra comida que la precaria. Sin embargo, sonríen inocentes y me parto en dos como fulminado por el dedo divino. Pienso en mi hijo y siento que me fallan las piernas de verlo en esa situación.

Hoy que levanté para venir a trabajar me encontré al Ministerio Público y a la policía acordonando la esquina tan conocida y en cierto modo, querida y odiada por mi persona. Un muerto. Iba tarde y salí corriendo, apenas escuché que un vago, un chara, "amaneció fallecido", dijo el policía vestido de negro como buitre nefasto ante un cadáver. Pensé en mis niños, mis gritones, su entusiasmo al verme y decir con esas tiernas voces de inocencia "adiós Colocho!!!".

Por favor vida, que no sean ellos.


(FOTO TOMADA DE WWW.GLOBALFOOTPRINTS.ORG)

14 comentarios:

Wendy García Ortiz dijo...

Vivir en el Centro Histórico te puede volver insensible. Qué bueno que vos no has perdido esa capacidad de observar, sonreír, preocuparte y dar cada paso con cautela.

Anónimo dijo...

la paternidad te cambia la perspectiva. nunca más verás a un niño como solo un niño, siempre va a ser el tuyo, o como el tuyo o como hubiera sido el tuyo.
con los ojos mojados
gabriel

El Dilema dijo...

como quisiera yo vivir en la zona 1...

La Chachi dijo...

Hola Juan Pablo, esa foto atrajo mucho mi atencion, por dos cosas. La primera porque la use hace tiempo para hablar sobre la niñez de mi padre.

La otra porque hace un par de años, hicimos un reportaje de la institucion Niños Fotografos de Guatemala, que ayuda a niños de areas marginales a desarrollar el arte de la fotografia.

Foto Boys and Dogs del libro "Out of the Dump": Gladiz Jiménez. Niños Fotógrafos de Guatemala (Foto Kids).
www.fotokids.org

Tu historia esta escalofriante, porque es la realidad de muchos en Guatemala. Admiro tu sinceridad al decir que les llevas sobras...
peor es hacerse de la vista gorda. A veces damos lo que podemos, y Dios lo sabe.

"Bienaventurado el que piensa en el pobre y el necesitado, Dios lo tendra presente en los dias dificiles".

Un abrazo

or!kid dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
or!kid dijo...

Que triste que tengamos que vivir, percibir o inclusive compartir experiencias así para poder valorar la vida y lo que tenemos, no crees? Y muchas veces ni esto nos sensibiliza para que estemos conscientes de que nuestros problemas y nuestro diario vivir no es ni mucho menos difícil comparado con lo que les sucede a otros menos afortunados.

Sldos.

La Nats

PS: ya empecé a escribir again... a ver ke tal me va!

Black dijo...

vos que buen post este, dese el principio la historia me parecio tan familiar, y es que a veces uno no le puede ser indiferente a los personajes urbanos que le rodean, mucho menos aquellos que alguna vez tienene una buena sonrisa para uno.... es lamentable lo que ocurre en las calles cada vez mas gente hace de la calle su hogar, por x o y circunstancia no nos compete condenar ni juzgar, talvez lo unico que podemos tener es un sentimiento de solidaridad para con aquellos que sufren en la calle el frio de un hogar que se les nego... ya barajando libros creo conocer esa esquina, el año pasado con otros blogeros le celebramos la navidad a los indigentes de la zona uno y esa esquina cercana entre 3 y 4 avenida no recuerdo bien, era una verdadera planicie de cartones y colchas viejas se levantaron de alli muchas personas desde los mas chicos hasta los mas grandes, todos agradecidos de lo que les llevabamos, sin embargo la vos de alguno de ellos me llamo la atencion pues me dijo "por favor no se olviden de nosotros venganos a ver" ja eso si fue duro vos... en fin dentro de mis costumbres raras tengo el hecho de compartir con la mara de la calle muchas veces por lo menos una vez por semana.. orale y ojala no hayan sido los guiros vos

Juan Pablo Dardón dijo...

WENDY: es cierto, el centro te hace insensible y cuesta mucho guardar algo de cordura sentimental en el momento preciso. Espero no perderme. Un abrazo!

GABRIEL: Sin duda ser papá es un viaje de comparaciones, siempre estas viendo a los otros para ver qué se puede mejorar. Y no sólo hablo de los individuos, sino de la sociedad en general. Saludos Gabriel!

EL DILEMA: es bien chingón vivir en el centro, si tenés la cordura suficiente para hacerlo. O la locura.

CHC: el proyecto Foto Kids es alucinante, sin duda. Y pues trato de ser lo más realista posible, no vivo pendiente de ellos en el sentido de que trato de resolverles la vida con dádivas, pero aporto en lo que puedo, principalmente con los pequeños. Saludos Chachi!

NATS: pues sí, para saber y conocer nuestro entorno es inevitable la comparación, en este caso pues conocer a esta familia me hace pensar en eso, en la solidaridad en los tiempos jodidos. Ya llegaré de visita a tu blog, un abrazo!

BLACK: Así es mano, es justo en la esquina de mi casa... en la 5a. avenida esquina de 4a. calle. La banda allí es como una manada, es el puro instinto. Una vez conseguimos un excedente de unas cenas, alrededor de 20 y las fuimos a dejar... pedimos que guardaran la basura en la caja en la que llevamos la comida. Más tarde se escucharon los gritos de pelea... por la caja destinada a la basura... al otro día me contaron que dos tuvieron que dejar la esquina dado el problema. Eso sí, de conciencia ecológica, nada... la basura desperdigada por toda la calle, me dio pena escuchar a los vecinos decir que "esos vagos malditos ensuciando la calle, como no les cuesta nada" y yo, pues cagándome de risa por mis adentros. Saludos!

Unknown dijo...

En la Zona 11 habia una ni~na de mi misma edad. Pasaba a la misma hora todos los dias, yo no sabia esto, pero uno de esos dias la vi pasar dos veces y me llamo la atencion. Ella caminaba como alguien que tenia una prisa increible, paraba en frente del deposito de mi mama y al verme a mi seguia su camino. Preocupada le conte a mi mama y ella me pidio que me fuera al 2do piso a ver que hacia de bueno con mi tiempo. Al principio me moleste, yo estaba ayudandola en el deposito (bueno, tratando de ayudar). Ya fuera de la vista de mi mama y desde un lugar donde no me vieran, observe como mi mama le daba una bolsa llena de menudos a la ni~na. No se de que hablaban, pero admire la manera que mi mama trataba a la ni~na. Creo que como vos, mi mama pensaba que esta ni~na tambien era su ni~na y se le partia el corazon cada vez que la miraba.

Juan Pablo Dardón dijo...

CARMEN: Pues si, es jodido eso de ver a otros niños metidos en los tuyos. Seguramente será una genialidad evolutiva eso de que necesitemos proteger a los pequeños por medio de una autoevaluación y comparación con los demás. El futuro es pequeño. Bonita anécdota, saludos!

Unknown dijo...

Es interesantisimo leerte
y ver la realidad.. que muchos
nos negamos a ver
me ha tocado mucho este
artículo...

Juan Pablo Dardón dijo...

Gracias Lore, pues sí es una realidad de la ciudad, personajes. Ellos son víctimas por deseo de un sistema y deseo personal. Nada que hagamos podrá sacarlos de su convencimiento y autocompasión. Interesantes tus blogs también... por allí nos estaremos leyendo, un abrazo!

Kary dijo...

Ay amigo... yo que he vivido casi que toda mi vida en el centro entiendo eso de querer hacer lo posible por darle talvez, aunque sea, una pequeña satisfacciòn a esta gente... no sabès las làgrimas que hoy me sacaste... gracias por tus palabras, ahora sè que aun existe la gente sensible y consciente.

Duffboy dijo...

Todos llevamos un vagabundo adentro (sin albur)... por suerte el tuyo tiene su corazón grande y colocho (otra vez, sin albur).