lunes, 14 de noviembre de 2011

ANTINAVIDAD 2011


Fin de año se presenta nuevamente, como muchos antes. No hay nada nuevo bajo el sol solamente más centros comerciales en dónde irnos a desembarazar de este dinero que tanto nos estorba. La vida a través de la óptica occidental es un ciclo de emociones dictadas por la mercadotecnia.

Que no está mal, déjeme decirles, si todo ese aparato también sirviera para la humanización de estos tiempos violentos que tenemos entre ceja y ceja. Pero solamente sirve para meternos de cabeza que el árbol Gallo inaugura la Navidad, marcha junto al banco GyT Continental, rumbo a la felicidad y la hermandad de fantasía en su desfile anual; y termina con el catálogo de ofertas escolares de la Prensa Libre el 2 de enero.

Vivimos obedientes a esos dictámenes como venados bajo el restellar del látigo de Santa. Ya sé, ya sé, son renos. Pero en estas subtropicalidades solamente tenemos venados cola blanca y ni modo, les digo venados a los renos para no introducir especies foráneas que desequilibren el ecosistema de nuestro país. No quiero quitarle el trabajo a los finqueros de Petén, ni a los indígenas del occidente.

Si ya sé, ya sé, ellos deforestan porque no tienen energía para cocinar, calentar sus hogares y alimentar los temascales, pero ni modo, si se construyen hidroeléctricas para energizar el país es malo, casi satánico; si no, se comen los cerros… y el otro año van para abajo las montañas desapareciendo las comunidades y carreteras.

Ya hombre, ya sé, ya sé. No estoy calificado para hablar de esos temas tan sensibles y que tanto dinero representa a los expertos patrocinados por los caritativos países desarrollados. Pero qué le voy a hacer, necio soy, igual que los supermanes y supermamis salvador@s del pueblo.

¿Soy sólo yo o ustedes también creen que utilizar el símbolo de @ para unificar géneros en el lenguaje es tan tonto como un poetuitero? Que por cierto, he estado investigando tal fenómeno y una abrumadora mayoría está compuesta de equinoides erectus y malos escritores. Carajo, soy un bloguero que se dice escritor y aun con criterio, valor tan poco estimado en estos días del tuit.

Y ahora me toca abrir otra cuenta, qué hueva. La gente quiere escribir menos, ¿ya cayeron en cuenta? Primero la fiebre blog de largos artículos, luego la fiebre Facebook de intimidades y cadenas, luego la fiebre Twitter en 140 caracteres y ahora la fiebre Tumblr…

Donde no es necesario escribir ni pura mierda, sólo postear imágenes que nos gustan. El lenguaje escrito se convierte en un mero accesorio caquero para disque inteligentes y una imagen vale más que mil palabras dice el rezo y los huevones de vocabulario de 50 palabras, aplauden. Escribir es pensar y eso le cuesta tanto al género humano.

Probablemente eso le pida a santa este año, que me haga escritor y sea reconocido como tal frente a la humanidad. Que cuando vaya en la calle la gente me señale y yo flote, exacto, ya me aburrí de caminar, que flote por el mundo porque así puedo llegar a donde yo quiero sin caminar tanto porque las rodillas me están matando por hacer ejercicio.

El ejercicio vendría siendo el Némesis del McRib, mi sándwich favorito de todos los tiempos que tengo por obligación moral con mi persona y los cerdos de comerme uno diario. Digo, tanta matanza no tiene que ser por gusto.

Cada temporada de McRib es lo más cercano que tengo de vivir una temporada de caza mayor. Tan bonito eso de salir rifle en mano y abatir un Bambi entre el bosque, ah… cómo extraño la rural Minnesota.

Soy un aburrido, pero eso lo saben ustedes, por eso esta es mi manera de decirles que tengan felices fiestas. No voy a entrar en el rollo de no compren ni hagan caridad ni nada por el estilo, ya son grandecitos y saben lo que quieren hacer con su vida y su pisto.

Si hay convivios, inviten, van a descubrir que soy chistoso borracho. Jo, jo, jodan la pita. Me voy de viaje al norte y espero regresar a tiempo para celebrar con ustedes el Thanksgiving, les escribo cuando vuelva, queridos.

(Imagen hueviada de http://www.su-jo.net)

2 comentarios:

paola guillen dijo...

Cuando dejas de ser niño te invaden el marketing y la tendencia al consumismo..

Cuando eres niño vez el mundo diferente!!

buen toma bonita blog.

Anónimo dijo...

No, no... los ninos son el motivo de ser del marketing... Tenes hijos Paola? porque a mi me estan desplumando con cada anuncio que sale en la tele. No muy diferente es con los esposos (los benjamines de la casa) que piden juguetes todavia mas caros. Yo todavia no he logrado convencer a mi familia de dejar de comprar regalos de plastico y pasarnos a algo mas organico, pero sigo en la lucha.

Feliz navidad,

La Vale