martes, 12 de junio de 2007

SOBRE LA POESÍA: LABORIOSIDAD

Si se trata de llenar el vaso de un solo, se rebalsa. Por eso es que el primer borrador, los bocios primigenios, deben madurar. Añejarse en el vientre y dibujar cada verso hasta su versión final.
Algunos hablan de la alfarería en el poema. No importa, lenguaje es lenguaje, la poesía es lenguaje altamente desarrollado y muestra situaciones comunes en la historia de los hombres. Por eso sus temas no cambian desde Homero, pero si las aproximaciones, que es lo hermoso de todo esto.
Para que una aproximación caiga, una nueva voz, debe ser trabajada incansablemente. Cada poema es un trozo de historia. Allí la labor del poeta, no mentir. Cualquiera puede ejercer la poesía como primer acercamiento al arte, porque su lenguaje es conocido: el de las metáforas. Y así piensa nuestra especie, la humana.El que se queda y se deslumbra por ese animal de palabras, seguirá buscando desviar sus ritmos hacia lo propio. De nada sirve escribir igual a otros, el fin es encontrar un camino de expresión único, construido de muchos. Allí la laboriosidad de la palabra poeta.

2 comentarios:

Alejandro Marré dijo...

salud maestro, me gustan estos textos sobre la labor. Yo creo que la materia es metafísica, por
eso se escapa la cabrona cuando uno trata de
empujarla al poema. Allí podemos decir que somos más bien como domadores de un espectro que por lo general nos adormece o nos depsierta primero a nosotros.

un abrazo
marré

Juan Pablo Dardón dijo...

Cabal. A veces este rollo se vuelve inasible desde varias aristas. Un cuate me preguntaba si no era aburrido entonces hacer poesía y le contesté que la verdad que sí, pero tarde o temprano "la que es, vuelve y con más ganas". Saludos Mister Mar. JP.