viernes, 3 de junio de 2016

BELICE ES NUESTRO


(Sátira publicada en Revista Contrapoder del 3 de Junio 2016)

Recientemente el presidente Jimmy Morales convocó a los directores de varios medios de comunicación para solicitarles su apoyo en la agenda del Ejecutivo: recuperar Belice. Por medio de una emotiva carta que acá transcribo, revisamos su plan y razones de tal empresa.

“Estimados amigos comunicadores y comunicadoras, sean ustedes bienvenidos a esta nueva forma de hacer gobierno donde estamos juntos, codo a codo, en la titánica tarea de informar como nosotros queremos a la población.

No debe de pasar desapercibido que las penas que los guatemaltecos viven son muchas, por lo tanto, debemos crear una agenda informativa donde le mostremos a la población lo chilero y tuanis de vivir en este paraíso de tormentos primaverales conocido como Guatemala.

No agobiemos más a los chapines de corazón, al trabajador de a pie, al maquilero subpagado, al operador de call center que se dignifica dando vida a 20 o 25 perfiles de FB y Twitter por un mísero salario, mientras defiende lo indefendible.

No señores y señoras, seamos nosotros como aquella fábula de la zorra y las uvas, de Hisopo, donde la zorra intenta alcanzar las uvas para comerlas, pero no puede. Debemos nosotros aprender de ello y ser como las uvas, inalcanzables a los problemas de terrenales. Quedarnos acá arriba, redonditos y gorditos, mientras las tarascadas de la crítica vienen de abajo.

Es similar a la fábula de la cigarra y la hormiga, hay que aprender de eso también y no dejar que el tiempo nos alcance en trivialidades, porque dicha moraleja nos enseña claramente que debemos ser, no cómo la cigarra que canta y canta, menos como la hormiga que trabaja y trabaja – porque afrontémoslo, qué hueva trabajar día y noche -  sino debemos ser como la comida que carga la hormiga: dejarnos llevar por las circunstancias y ser alimento de Dios.

Con esta breve introducción, les presento mi plan de gobierno que es simple y complejo al mismo tiempo, este fue ideado junto a mi equipo de gobierno y nos ha costado muchísimo al punto que ha dejado calvo a mi propio hermano: necesitamos recuperar Belice. Belice es nuestro y es una lástima que, teniéndolo prácticamente en nuestras narices, miremos cómo se nos escapa.

Ustedes podrán preguntarse cómo es que esta sea la prioridad de mi gobierno, pues se los explico para que no exista confusión. Luego de poner en perspectiva el futuro de Guatemala, analizar de cómo hemos llegado a estos límites de corrupción, de piñatización del orgullo chapín, de desfalco de las riquezas nacionalistas, concluimos que no es la falta de insumos en los hospitales públicos, o que la SAT no logre desenmascarar las tácticas que utiliza el gran capital para no pagar impuestos, nada que ver.

Guatemala no está sumida en la desgracia por el abandono de instituciones como la Policía Nacional Civil, el Ministerio Público, o dejar que las mafias coopten el Organismo Judicial, es tonto pensar lo contrario. Menos aún que el Congreso de la República haga lo que se le da gana, jugando a la silla loca entre ellos poniendo su gordo trasero en los asientos de los partidos que allí representan. No y no, eso no es problema, se los juro por la madre muerta de Roxana Baldetti y sus hijos Payo, Puyo y el nuevo ese que le acompaña en los juzgados, Pillo, creo que se llama.

Todos esos problemas son menores, superfluos, hemos descubierto que se originan en la falta de nacionalismo. El nacionalismo es uno de los valores que más necesitamos recuperar, que el guatemalteco se sienta orgulloso de ser guatemalteco, así como Harry Potter se sentía orgulloso… no de ser inglés, claro que no, se sentía orgulloso de pertenecer a la orgullosa casta de Gryffindor, de la misma forma que podemos ver en los documentales esos de Rambo, cómo lucha por defender al país del comunismo.

El nacionalismo es lo más importante que tenemos y debemos de recuperarlo. Colocamos en una rueda de la fortuna estos problemas y la giramos, cayendo dos de 456 veces, que debemos buscar por cualquier medio, recuperar Belice. Y esto, no crean ustedes, que es una idea nueva: tuve una visión mientras pensaba en un capítulo de Black Pitaya en el programa de televisión más importante de los últimos 200 años en el país: Moralejas.

Belice es nuestra salida al Atlántico y es una tristeza que ningún guatemalteco le ponga coco a este problema. Que se le haya dejado en el tintero durante años, que aparezca eventualmente cuando las tensiones estructurales aparecen. Y eso es lo que debemos derrotar primero: las estructuras mentales que nos impiden el desarrollo, porque si cambias tú, cambio yo, y si cambio yo, cambia todo. Así dice la publicidad y todos sabemos que la publicidad nunca miente.

Tengo pensado movilizar más de tres mil efectivos del glorioso Ejército de Guatemala, incluyendo los carpinteros que fueron obligados a pagar de su bolsa los escritorios que gentilmente nos donó dicha institución, van a llegar y atacar el problema de frente.
El cuerpo de ingenieros será el encargado de hacer los esbozos de los planes de recuperación y como la infraestructura vial está casi destruida, solicitaré al pelotón de paracaidistas que se dejen caer desde los cielos para que la operación sea rápida, efectiva y recuperemos Belice lo antes posible.

Atacaremos desde todos los flancos, la operación iniciará desde las primeras horas de la madrugada cuando los vecinos ni se lo esperan, y así con las primeras luces de Albavisión, tanto los vecinos de la zona 18 y 6 de la capital, así como la comunidad internacional se dará cuenta que las obras de recuperación del dichoso puente han iniciado.

No podemos dejar que pase otro día sin que hagamos algo por el abandonado puente de Belice, sin él, nos quedamos sin salida al Atlántico y eso afectará la economía nacional elevando los precios de la canasta básica a niveles estratosféricos. Recuperaremos el puente de Belice a cualquier costo, y los mártires de dicha operación serán recordados como héroes de la patria al evitar una tragedia de niveles inconmensurables. Sería nefasto que dicha infraestructura se cayera a plena hora pico, con decenas de autos, al río de las Vacas.

Ese es mi plan de gobierno, amigos de los medios de comunicación. Quiero terminar mi período presidencial con la frente en alto y diciendo a los cuatro vientos: BELICE ES NUESTRO, ESCUCHEN TODOS, EL PUENTE DE BELICE ES NUESTRO Y LO RECUPERAMOS EN CUATRO AÑOS.


Tengan ustedes, muy feliz día y recuerden que camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Por eso hay que ser como la piedra de río. O el pescador que pasa hambre porque no tiene camarones, pero… eso no, ¿qué feo pensar en el hambre, verá?”

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