viernes, 5 de febrero de 2016

CARTA ANÓNIMA DE UN EX PRESIDENTE AL NUEVO MANDATARIO


A las oficinas de la redacción del blog, nos hicieron llegar una carta que sospechosamente fue dejada en el escritorio del nuevo presidente de la República. Parece ser una tradición que era desconocida hasta hace poco, donde el saliente le escribe una misiva con ciertos consejos al entrante. Oh sorpresa, la de este periodo, estaba sin firma.


Guatemala de La Asunción, 15 de Enero de 2016.

Estimado nuevo residente.
Palacio Nacional de la Cultura.
Su Despacho.

Permítame extenderle mis más sinceras felicitaciones por la propiedad que usted acaba adquirir y de la cual será el tenente por los siguientes cuatro años, me sentí en la obligación de escribirle esta carta con el fin de explicarle algunos puntos para que los tenga claros, ahora que usted será el nuevo vecino.

Yo recibí una carta similar pero vino toda tachada y con sellos del Mariscal Zabala, parece que fue escrita en condiciones adversas, con mala letra y lo único que atiné a leer bien era algo que decía literalmente: “sácame de acá, en buena onda”. Y traía el Padrenuestro escrito con faltas ortográficas.

(Guatevision.com)

Esta propiedad inmobiliaria si bien es grande en área física, ha visto su valor devaluado conforme pasan los años y los habitantes que por acá han morado. Hemos.

Su demérito es grande y afortunadamente me voy para no volver. En confianza, le confieso que no entiendo cómo a ciertos mandatarios les encanta vivir en estos lugares donde lo que menos hay es privacidad y donde el cocinero, le puede colocar fácilmente estricnina a la sopa. O los guardaespaldas funcionan como correos de los medios de comunicación.

Servir a la patria es posiblemente el peor trabajo del mundo. Es malo para la salud, para la paz familiar y para la reputación entre el círculo social que si bien inicia muy alto, termina por los suelos. En el subsuelo. Manto friático, para ser exactos. CONAP se enoja por la contaminación que la reputación política le hace a la red subterránea de aguas. Por eso tuvimos que salir de casi de la mitad de su personal ahora a inicios de año.

No me agradezca por eso, entre gitanos no nos leemos la mano.

Para lo que no es malo ser presidente de Guatemala, es que para las finanzas. Si le gusta el dinero, seguramente los aparatos de impunidad están a su servicio, es la institución más eficiente del Estado, déjeme decirle, nada funciona mejor que eso y encontrará el camino pavimentado para tales efectos. Sin decir mi nombre, déjeme confiarle que los que hemos trabajado para el Estado durante décadas, hemos hecho de él, nuestra más célere mascota monetaria y de poder.

Las vecindades, que le diré, es una bulla en demasía, hay arengas todo el tiempo, es casi como vivir dentro de un mercado donde se ofrece de todo, o peor aun, dentro de una iglesia evangélica donde el desfile de pastores llega punto del desquicio. Se pide de todo, todo el tiempo. No entiendo como la gente puede vivir intranquila si los designios divinos claramente dicen que los sufrimientos de este mundo material serán recompensados con oro en la vida eterna.

Y los guatemaltecos serán trillonarios, talvez seamos el pueblo elegido por Dios para recibir palo y recompensa al mismo tiempo. Por eso, favor se le hizo a algunos municipios con darles un minúsculo sueldo diferenciado a cambio de la salvación eterna. Pero nada quieren. El problema en ese caso, como vimos, no es cosa de igualdad, es cosa de salvación de su propia alma. Yo, cumpliendo con mi misión cristiana estaba.

Le recuerdo que no se meta mucho con los dueños de la discoteca, recuerde que ellos son los que pagan por la fiesta y escogen la música que usted tendrá que bailar. Haga lo suyo, sonría, festeje, sea un buen anfitrión que de lo contrario, le pueden bajar los flipones antes de tiempo. Mírese en el espejo del General Supremo de la Línea.

Ah, se me olvidaba: no se meta con el virrey de la 21 calle y 6ª. Avenida, déjelo en su feudo, total usted ya no sufrirá de congestiones vehiculares porque andará transitando de arriba abajo por la ciudad con vehículos que le abren paso. Acaso ese sea el único beneficio para la salud de ser presidente de la República: no morirse sentado en el tránsito.

Muchachón le deseo, mesura, sabiduría, no hable en el celular mientras camina, no le haga caso al bullying de las redes sociales y si la pacaya es demasiado grande, recuerde que siempre puede regresar a la comedia y a la actuación.

Aunque pensándolo mejor, ya olvídese de eso también: zapatero, a tus zapatos. Haga lo mejor que usted sabe hacer: vender champú.

Dios, Patria, Libertad.


Sin firma.




(eldiario.es)





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