miércoles, 16 de diciembre de 2009

COHESIÓN SOCIAL Y LA DELINCUENCIA

Hablar por medio de señales de humo. Esa puede ser una buena solución para evitar el uso del celular ya que parece inminente el impuesto al uso de dicho bien. Ni modo, no nos queda otra que vivir en una eterna quema del diablo, y empurramiento de mis grandes amigos ecohistéricos. Vamos, sólo el gobierno piensa que el impuesto sólo es para las telefonías. Por Dios, pensé que eran malos administradores, no pendejos.

Buena parte de ese dinero que tanta falta hace ahora, se encuentra repartido en la población más necesitada por medio del programa Cohesión Social, una especie de beneficiencia burocrática con mínimos resultados. Nulos, diría yo. Los fines de esto no son erradicar la pobreza porque en su ignominia saben que regalar cosas, no ha sacado a nadie de pobre (fuera del trabajo duro y constante, sólo el robo). Así que se le podría decir que es una compra de votos descarada para buscar una reelección del partido gobernante de turno, con su matrona por estandarte: Sandra Torres de Colom.

Ahora, ese programa que se quiere hacer ley, crea una cultura mendicante donde se acostumbra a recibir "bolsas solidarias" a cambio de... bueno, nada. ¿Qué pasa cuándo se acabe esto? Esas personas que se les acostumbró al no trabajo, al no esfuerzo, al no pensar en superación, al estatismo, a la huevonería... no piensan ustedes que saldrán a trabajar una vez terminada la feria. ¿Qué hacer entonces?

Entonces se verá un repunte en la delincuencia, en el soborno, en las maras, en los secuestros, en el sicariato y en la postulación para diputados. Esto por un simple principio: quien no trabaja, no sabe cómo conseguir dinero, así que se espera que el estado lo siga manteniendo. La premisa parece ser "mantenido y empobrecido", que "trabajador en busca de superación". Vaya ejemplo que nos deja este flamante gobierno que terminó de patear el banco donde se balanceaba del cuello la mala imagen de la izquierda en este país.

Y así lo hacen con mensajes de "que paguen más, los que más tienen" cuando debería ser tomado como una acción en primera persona, en que debemos de pagar todos nuestros impuestos para que juntos como país, hagamos de Guatemala una nación incluyente, tolerante y justa. No delegando siempre en otros la responsabilidad que como personas, nos toca. Ve qué de ahuevo, educando para el desastre, educando para la segregación. Verguenza para los ideólogos de ese anuncio.

Así que vaya opciones que nos depara. Ninguna con buena cara, porque para evitar que los mantenidos salgan a delinquir y a sitiar la ciudad como lo hacen los manifestantes que paralizan el país cuando quieren, hay que dejar que se sigan ragalando cosas, o sea, dejar que la UNE siga gobernando. O dos, evitar la continuidad del poder de los so-called "socialdemócratas" a costa de la seguridad de los ciudadanos (¿cuál seguridad?).

Porque, afrontémoslo, el crimen organizado sigue como Juan por su casa y no le afecta en nada cualquier cosa que el gobierno decida. Son inteligentes, se esfuerzan por mejorar cada día, se adaptan a las políticas internacionales, no le tienen miedo a la recesión y se capacitan constantemente. Hablo de los narcos, claro, no del hato de burros que desgobiernan el país y se pasan espantando las moscas mutuamente, tratando de emular políticas ridículas.

Eso que le hechan la culpa de todos los males del mundo a la empresa privada es la salida más fácil que tienen. Efectivamente hay empresarios que se han columpiado con los gobernantes de turno para lograr beneficios a costa del erario nacional. Asimismo, políticos que han sangrado al pueblo para beneficio propio. Pero no todo emprendedor, comerciante, dueño es sinónimo de explotación; de la misma manera que no todo político es corrupto. Pero de algo estoy seguro, este gobierno no es de esos.

Existe un principio mercadológico inalienable: cada formación social tiene sus propias condiciones de origen y uso. Es decir, una campaña publicitaria funciona para cierto público, que puede ser niños, adultos, mujeres de cierta edad, citadinos, provincianos, etc. Porque tienen sus propias características de género, clase, educación. Por eso es ridículo tratar de calcar modelos políticos extranjeros en Guatemala. El estatismo nórdico (Suecia, Noruega, Finlandia) no funciona aquí. Tampoco el capitalismo inglés, ni el populismo chavista. Menos la opresión cubana que tanto añoran algunos que corean a Silvio. El modelo tiene que ser sui generis. Por eso ofrezco mis servicios como mercadólogo político chapín, prometo muchos tortrix y vocabulario sacado de la infamia conocida como Nostalgia Guatemalteca, un libro que me regalaron y que hoy yace como ceniza en una pira del siete del diciembre.

(FOTO WWW.ELPERIODICO.COM.GT)

28 comentarios:

Lucia Macip dijo...

muy bueno!!

Anónimo dijo...

Como siempre todo muy acertado, a excepción de la foto ... qué pasó !!! Jajajajaja
Saludos,
YT

Unknown dijo...

Como siempre bien acertado tu escrito.

Fradique Lee dijo...

Que nos gobiernen las putas...Ya que sus hijos no han podido!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con muchos de tus puntos. Sin embargo, todos las sociedades necesitan un sistema social que les permita ser felices, libres para crear y en que se respeten sus derechos de propiedad. Ese sistema es el capitalismo. Acá funcionaría tal y si se implementara en cualquier otro país.

El capitalismo inglés que mencionas ha sido en realidad un sistema social basado en la economía mixta y el control estatal.

El estatismo escandinavo es sin embargo un sistema colectivista que dista mucho de ser la utopía que muchos conocen sólo a través del lente de canales como Travel & Leisure. La idea de vivir en una tacita de plata no es sólo chapina... ellos la viven y lentamente se ahogan con ella.

Yo abogo por un sistema que me permita ser feliz; que me respete y respete a todos los individuos por igual. Un sistema en el que podamos crear y trabajar en lo que más nos guste y que sea capaz de asegurar la seguridad de mis propiedades.

No es tan fácil hacerlo... claro, no es necesaria ninguna "cohesión" para esto.

GVLIELMVS PANTHERÆ dijo...

Que raro. Pensas como rico pero escribis como pobre.

MarianoCantoral dijo...

Es trillado decirlo pero deberían enseñar a pescar, y otra alocución grotesca fue amenazar con reducir el gasto en seguridad y educación ¿de qué se trata esta infamia? hay que priorizar gastos, no polarizar, no refugiarse en discursos trasnochados.

Luisa F.S.C. dijo...

Amén!! Totalmente de acuerdo. Como dice la famosa frase: "no les des pescado, mejor enseñales a pescar".
Lo que me indigna es la partida de haraganes de los maestros "apoyando" el paquete fiscal y los alcaldes... ni hablar. Entonces he de esperar que el vividor de Joel Acevedo sea el futuro Ministro de Educación.
El impuesto a la telefonía móvil es algo absurdo, porque el celular dejo hace AÑOS de ser un producto de lujo y se convirtió en algo de necesario. De este tema hay mucha tela q cortar... pero poco el tiempo haha. Abrazos.

Enrique Naveda dijo...

Juan Pablo, reproduces todos los comentarios superficiales y refutados sobre los programas de Cohesión Social.

En ningún país en los que han funcionado han tenido resultados nulos. En Guatemala, USAID acaba de acreditar los resultados favorables intermedios (no puede haber finales porque el programa ni siquiera tiene dos años).

Por otro lado, indirectamente sugieres que la pobreza se debe a la huevonería ("fuera del trabajo duro y constante, sólo el robo" saca de pobre; "esas personas que se les acostumbró (sic)al no trabajo, al no esfuerzo, al no pensar en superación").
La verdad, no creo ni que tú lo creas. La pobreza tiene que ver con demasiadas cosas, pero casi nunca con la huevonería.
Y si lo crees es porque no has salido siquiera a algunos de los lugares en los que funciona Mi Familia Progresa para ver que mucha, muchísima de la gente que recibe el dinero, trabaja más de doce horas diarias. Duro. Manualmente.

Anónimo dijo...

Já, y los dueños delas telfonías que tampoco son estandarte de santo.... Lo malo es que escribamos lo que escribamos acerca de este temita, la manipulación está a la orden del día en las "esferas de poder" (o esferas del favor). Lástima.

Miss Trudy dijo...

Yo no veria mal lo de las bolsitas solidarias si fueran un apoyo que viene de la mano con alfabetizacion y capacitacion. Si a cambio de recibirlas tienen que asistir a capacitaciones REALES y luego participar en programas de trabajo o cooperativas o algo por el estilo. Lo malo no es el dinero extra o las bolsas, lo malo es que no viene de la mano de nada. Muchos que reciben las bolsas solidarias si tienen trabajo y es una ayuda. Algunos de mis empleados reciben bolsas de utiles y comida y trabajan de sol a sol y hasta horas extras hacen. Las bolsas son una ayuda bienvenida. Pero para muchos otros no los va a sacar jamas de pobres. En fin, que se le va hacer, obviamente el sentido comun no es algo que abunda en nuestros estadistas, sean de la ideologia que sean.

Juan Pablo Dardón dijo...

LUCÍA: gracias!

YT: vamos... no es fotogénica la señora!

BAD: gracias!

FRADIQUE: jaja!

HHL: claro, por eso hablo del sui generis. Saludos.

SANTODIOS: y vivo como clase media, jeje.

MARIANO: exacto, y para crear condiciones de trabajo, debe de haber inversión. Simple.

LUISA: qué viva Joviel... pero que viva lejos!

QUIQUE: pues sí, tengo contacto con las personas que reciben las bolsas. De hecho, trabajo de cerca con muchos beneficiados y me cuentan de primera mano resultados locales del experimento este. De cómo algunos aprovechan, y de cómo muchos no, o lo revenden o de cómo los maridos dejan de aportar a la casa porque el gobierno les mantiene a la familia y ellos, bueno, se lo chupan con los amigos. Uno de estos chicos, con dos mujeres beneficiadas por el tema, deja de trabajar porque aparte, recibe dinero de remesa. Y así pasa sus días. Posiblemente lo trillado sea lo real, vamos, la navaja de Occam sirve en estos casos. Claro que la pobreza tiene que ver con todo, y mucha culpa la tiene el clientelismo político latinoamericano, sin duda. Y sí creo que el trabajo duro crea condiciones de superación en todo aspecto, intelectual y econónico. Varios de los que trabajan conmigo son claros ejemplos, de ayudantes de soldadores a supervisores, laborando sí, 12 horas al día. Nadie nadie sabiendo y hasta mantener fortunas necesita de sudor. Igual que crearlas. Un abrazo!

LORD: fijo, no exonero de culpas a las telefónicas que tanto enojo me causan en materia de servicio-precio, contra altas ganancias. Saludos!

TRUDY: exactamente, amiga!

Enrique Naveda dijo...

Sí y no a lo que dices, Juan Pablo. Cohesión social tiene muchas aristas y muchos programas, profundamente distintos entre sí.
Los objetivos de la bolsa solidaria, como los de los comedores solidarios, no son sacar de la pobreza a nadie. Criticables? En muchos sentidos sí. La ejecución no es buena. A mí no me cabe la menor duda de que hay corrupción, de que las obras de los comedores están sobrevaloradas, y podríamos seguir. Y quizá el de la bolsa solidaria es el programa con un planteamiento más débil de todos, aunque creo que cambiaron el inicial y comenzaron a condicionarlo para que la gente asistiera a cursos de capacitación. No lo aseguro porque no estoy seguro. Pero el comedor está logrando lo que a vendieron como sus objetivo: aportarle una dieta equilibrada a aquellas personas que por su pobreza no pueden procurarse un almuerzo lo suficientemente nutritivo. Yo vivo al lado del de la zona 1 y varias veces fui allí como periodista, y salvo el primer día, que encontramos algún que otro oficinista aprovechado, en el resto sólo gente cuya hambre obviaba su necesidad.
Las largas colas sirvieron como selector.

Pero hay otros muchos programas, y el más importante es MFP, que tiene dos objetivos clave: mejorar el nivel de asistencia a la escuela y mejorar la asistencia natal y prenatal a los hospitales. Hay muchas deficiencias, cierto. Pero eso se ha logrado. Faltan medicinas, pero cuándo no? Faltan libros, pero cuándo no?
Eso no es defecto del programa, sino del país, o de su Gobierno.
La cuestión es que mal que bien, los muchachos van al colegio y al hospital y aprenden más y su salud está más controlada que cuando no lo hacían.
Mientras tanto, el Estado acopia una información estadística y cualitativa fundamental que nunca había tenido y cuya carencia está en el fondo de su incapacidad inveterada de planificar. Hablo de su incapacidad porque la falta de voluntad no lo solucionan los cuadros estadísticos.
Como sabes, las familias reciben un máximo de Q300 por participar en el programa. Eso equivale a un 25% de sus ingresos mensuales. No es mucho pero no es ninguna tontería: es simplemente el porcentaje que la mayoría de los estudios han juzgado apropiado para no violentar las economías locales con demasiada inflación y para no generar círculos viciosos en el comportamiento de las familias y para aumentar la capacidad adquisitiva de esa gente (o al menos mantenerla) sin doblar las arcas del Estado.
Los hombres no se han vuelto más irresponsables, y en eso quizá ha tenido que ver que el dinero lo reciban las mujeres, salvo en casos de hombres viudos. En todo caso, ha habido algún desvío de las propias mujeres. Yo lo publiqué hace meses en elPeriódico: que en Santa Clara la Laguna se empezaba a discernir una tendencia a que las mujeres abandonaran los métodos de planificación familiar. Se suponía que para cobrar más.
El problema, según me contaron cuando regresé, se había solventado de urgencia: mandaron educadoras que explicaron que el pago no era mayor cuantos más niños. De inmediato las jóvenes retomaron el diu, la pastilla, o lo que fuera que estuvieran empleando.
El programa es bueno. Se puede criticar, por ejemplo, algunas desviaciones en el censo, en las entregas, y sobre todo la fraudulenta ocultación de la identidad de los beneficiarios.
Pero nadie, ningún técnico, menos aún ningún político, se atreverá a poner en tela de juicio su continuidad.

Enrique Naveda dijo...

Y claro, un abrazo. :)

Julio Serrano Echeverría dijo...

Broder, sería chingón que postearas algun(os) caso(s) de los compadres con que trabajás, digo, este tema se ha caracterizado por el, oh sorpresa, tremendeo sesgo de los medios. HAsta ahora los nenecos tras las rotativas se han encargado de mostrar lo que quieren (como siempre), ya sea a favor o en contra, quizá revisar los casos que citás un cacho más a profundidad nos dicen más que, digamos, lo evidente. Que hay supertranzas sin duda, pero que al rato es más chueca la tranza de los medios, también, y bueno hablar de esas experiencias aportaría lo suyo, he ahí el sentido de los medios alternativos, los bloggers pues.

Abrazote mano...

Enrique Naveda dijo...

Ah, y claro, perdón por tanto comentario, pero tampoco creo que la navaja de Occam consista en inducir a partir de un par de casos conocidos -o una docena de ellos- una teoría general acerca de un programa con más de cien mil -o tres cientas mil, no recuerdo la cifra- familias que perciben sus beneficios.
Por eso lo que se necesita son evaluadores independientes. Una vez, una persona que lo dirigió solicitó que vinieran de México, tanta confianza tenía en su propio buen hacer. Desde el Gobierno, sus jefes lo vetaron.
Ahora tenemos los datos de USAID. Yo creo que son medianamente independientes.

Abril dijo...

Aplausos!!!

Hoy si, bien atinado!.

Anónimo dijo...

sea como sea.... este programa es parte de la plataforma electoral de la señora torres.

Alejandra Gutiérrez V. dijo...

Juan Pablo, aunque entiendo que conozcas casos puntuales -yo también los conozco y me indignan- tampoco creo que se pueda generalizar.
Basta conocer las estadísticas de desnutrición crónica -y los grandes lastres físicos y mentales que ésta provoca- para reconocer que hay cientos de miles de guatemaltecos que no pueden y no podrán insertarse en un sistema que requiere tanto esfuerzo y trabajo duro.
El caso del impuesto a la telefonía está claro, los usuarios tendrían que pagarlo pues éste es un oligopolio que acordará no perder nada y trasladarlo a los clientes.
¿Dónde voto por Enrique Naveda? Suscribo todo lo dicho por él.

Un abrazo,
Alejandra

http://www.cepal.org/publicaciones/xml/3/22213/G2282eVillatoro.pdf

http://dca.gob.gt:85/diariopdf/20091211_LaRevista72.pdf

MAYRA A. MENDEZ dijo...

Hola Juan Pablo por razones ajenas a mi pobre conocimiento de internet, me fue imposible publicar el comentario que escribí sobre "Cohesión Social y la Delincuencia"
así que te lo hago llegar por el "faisbuc"

Punto por punto

Juan Pablo, primero que nada aprecio el sarcasmo y humor negro que caracterizan tus opiniones.
Sin embargo sobre esta entrada he de poner el dedo en la llaga:
Sobre el impuesto a la telefonía móvil, sé que el temor que se ha generalizado en la población es que el gravamen se traslade al usuario, cuestión que no es descabellada, claro, y esto se refleja en una supuesta opinión pública con anuncios radiales, principalmente, donde varios ciudadanos “ejercen” su derecho de opinar “libremente” rechazando el impuesto, y yo pregunto ¿Quién o quiénes están pagando por esa “expresión ciudadana”? Y ¿Por qué considerás pendejo establecer un impuesto a compañías con un millonario margen de ganancia?, si el melodrama que todas los compañías en el mundo protagonizan siempre que les tocan el pisto por tributación debería considerarse ya una pose cliché, eso de desgarrarse las vestiduras y llorar por tributar es medianamente entendible para la clase media de este país que al final, somos los y las que sostenemos el Fisco. No las transnacionales presentes en el país, no las compañías oligarcas. No, somos la clase media que se agarra con la puntita de los dedos del “bienestar” que con mucho esfuerzo tenemos, siempre en la orilla del desfiladero a punto de formar parte del grueso de pobreza.
Sabías antes de escribir esta entrada que las compañías de telefonía móvil en el país tienen un concesión de banda sin acciones o algún porcentaje que se traslade al Estado. Entonces, porqué no percibir impuestos de un negocio por demás rentable, que lo va a seguir siendo sin necesidad de trasladárselo a los usuarios, porque eso es asustarnos con el “petate del muerto”, o no?. Si esto igual te parece un argumento pobre mirá la columna de opinión Wachik’aj de Martín Rodríguez del 8 de diciembre en Prensa Libre, creo que describe con mejor detalle lo del impuesto a las telefonías.

MAYRA A. MENDEZ dijo...

Ahora, sobre Cohesión social, la lógica de la oposición te la resumo en uno de esos dichos del saber popular al que se aferraron con uñas y dientes y que al final calan en el imaginario de la población por su simplicidad y mensaje efectivo: “no hay que darles el pescado si no enseñarles a pescar”, ¡Vaya, que progre esta banda! ¿No te parece? Y vamos toda la bola de borregos y nos tragamos la pildorita.
Aunque la lógica es impecable, la realidad del 51% de la población es de otro olor muy diferente al “pescado regalado” que con muestras desmedidas de indignación reclama la oposición. ¿Porqué digo esto? primero porque el espíritu del programa, es decir solidaridad social, tiene como finalidad el acceso a la satisfacción de las necesidades y derechos básicos: salud, educación, seguridad alimentaria, protección social, en suma seguridad ciudadana; lo cual no se traduce nada más en aumentar el presupuesto de tiras y chafarotes que como combaten de bien el narcotráfico y el crimen organizado by the way; porque la salud, la educación, la seguridad alimentaria incluso la educación sexual son fundamentales si se aspira a una seguridad de carácter integral (pero de eso podemos hablar tendido otro día con una chela bien fría).
Pero antes de seguir desmenuzando lo “ingenua” (como eufemismo de pendeja) que es la opinión pública, estoy de acuerdo con vos en que Cohesión Social está sirviendo de plataforma de campaña para Sandra Torres, es sin lugar a dudas un escenario muy posible; estrategia que no es nueva y que muchos mandatarios en Latinoamérica han utilizado, para muestra un botón colombiano llamado Uribe y preguntales, están recontentos con el presidente que le ha dado la batalla a la guerrilla y el narcotráfico. Si no mal recuerdo (y es muy posible que esté equivocada), un amplio 60% de la población está a favor de su mandato. Entonces, ¿Porqué nos enfurece tanto una estrategia tan vieja como la democracia misma? Porque es una mujer mal encarada, porque perpetúa al gobierno en el poder, porque aquí la paciencia y la “esperanza de un futuro mejor” sólo nos dura cuatro años. Desde 1985 ningún partido se ha reelegido dos veces para la presidencia (it’s just a fact, nothing more). También estoy de acuerdo en que el eslogan de “que paguen más, lo que más tienen” remarca la discriminación y la segregación entre “ricos y pobres”, una idea por demás percudida que no promueve nada bueno. Coincido también, en plantear un proyecto de nación, supongo que a eso te referís con un modelo sui generis, un comentario acertado ése, y del que toda la población debe ser partícipe y responsable de elaborar.

MAYRA A. MENDEZ dijo...

Ahora, retomando el “pescado” de la discordia, hablar de solidaridad social en este país nos resulta un concepto ajeno, extraño e inteligible, porque la indignación que provoca enterarnos que nuestros preciados impuestos se van a traducir en comida para la “marabunta de huevones” nos resulta un insulto a “nuestra inteligencia” ¿no?.
Sin embargo, es necesario poner los puntos sobre las íes. Los programas de Cohesión Social “pretenden” (y lo entrecomillo porque no puede negarse que la corrupción se encuentra presente en todos lados y Cohesión Social no es la excepción si no por qué negarse a presentar a la oposición en el Congreso el listado de beneficiarios de los programas con nombre y apellido, por ejemplo) es satisfacer las necesidades básicas y derechos humanos inalienables.
Entonces, por qué nos encoleriza tanto saber que los impuestos que pagamos se van a traducir en alimentos para familias de escasos o nulos recursos que no tienen pero ni el río para ir a pescar con las manos.
El ideario de este tipo de programas debería y debe ser instalar capacidades y para esto es necesario proveer de seguridad alimentaria, salud y educación (como mínimo) a una población que no goza ni ha gozado de lo esencial para…trabajar. No se trata de mantener a un montón de huevones, se trata de asegurar el desarrollo de la niñez y la adolescencia, principalmente, porque al final es el 60% de la población menor de 24 años quienes deben beneficiarse de este tipo de programas asistencialistas en esencia, no me cabe la menor duda, pero que permitan a largo plazo una población sana y con capacidades reales de ir a pescar sus propios peces.
No se le piden peras al olmo ¿verdad?

Y como punto final, un datito curioso en concordancia con el principio mercadológico que mencionás: la mayoría de los que están en franca rebeldía con los programas de Cohesión Social es un segmento urbano, de nivel socioeconómico medio y medio- alto que ha formado su “acérrima” opinión a partir lo que “lee o escucha” en los medios de comunicación, que claro “siempre” dicen la “verdad” y no tiene su propia agenda, ¿No es así?. Una estrategia formidable que se engancha a la perfección con el segmento de la población que paga impuestos, que está al margen del contexto de pobreza del área rural y las barriadas suburbanas. Sería necesario preguntarles a los “huevones” y “ladrones potenciales” beneficiarios de estos programas qué opinan, sin recurrir a los casos del fracaso si no a a datos serios, como estadísticas del progreso o nulidad de los programas.
O utilizamos nuevamente eso de “pobres los pobres porque además son pendejos y manipulables”.

Abrazos.

Christian C dijo...

Ok juan pablo, creo que estas cayendo como toda la masa en la estrategia del gobierno de desviar la atencion. Todos alegan por el tal impuesto a la telefonia y sabes cual es el impuesto que si va a jodernos a todos? El aumento al ISR. Sin embargo nadie alega de este impuesto que si es dañino a la inversion. Los interesados del gobierno sabian que el populismo alegaria por el impuesto a la telefonia y lo estan utilizando para desviar la atencion de lo que realmente nos va a perjudicar a todos. Al menos el celular lo podes dejar de usar, (yo al menos no lo utilizo, uso linea fija) pero el isr no es deducible, a no ser que no factures. Y el ISR es una puñalada a las ganancias que cualquiera pueda tener. Hay que aceptar que las empresas telefonicas son las que mas estafan al consumidor y al estado con evasion fiscal. No te has puesto a contar, ( te toma una tarjeta de 10 minutos hacerlo) la verdadera duracion que tienen los minutos que te venden. Si hay algo que realmente debe hacer el estado es controlar eficazmente lo que las telefonicas estan vendiendo y lo que estan reportando como vendido. Es por eso que los empresario de las telefonica rapidamente fueron a negociar con los diputados porque bien saben que tienen cola que le machuquen.
No caigas en la trampa de siempre en los gobiernos. Lo mismo paso con el presupuesto y ahora con esto de los impuestos. Desvian la atencion hacia lo realmente importante. Por el ISR si hay que alegar.

Juan Pablo Dardón dijo...

Gracias a todos por sus comentarios (no Quique, no molestan, al contrario, son bienvenidos) por mucho que quiero comentar todos y cada uno de sus puntos, se me imposibilita por razones de tiempo. Fin de año es temporada alta en mi trabajo y bueno, ya saben ustedes como va la cosa. Cierto, no se puede criticar un programa por pocos resultados. Es ingenuo pensar que el 100% de los casos tiene que ser exitoso. Es cierto que no sacará de pobre a nadie y los programas de Cohesión Social no persiguen eso. Persiguen paliar condiciones coyunturales. Es decir, parchar las goteras. ¿Debe ser esta una medida ad infinitum o provisional? Me inclino por la segunda. Lo que sí, es que en vez de apuntalar los principios que generan riqueza, se está maquillando la miseria. No hay mundo ideal. Pero eso sí, ningún Estado es generador de dinero, es administrador del erario público y debe de mantener a sus tributantes motivados de seguir aportando. Estos son los que generan los dineros propios y públicos. Conste que no hablo de consorcios internacionales, hablo del que pequeño y mediano empresario, palabra que despierta tirria en varios cohesionistas que piensan que todo "empresario" se apellida Pollo, Azúcar, Ron. No defiendo a las telefónicas, para nada, me parecen empresas sobrevaloradas que ofrecen mal servicio y no cumplen lo que dicen. Pero el impuesto que se les quiere colgar no se quedará en el departamento financiero de ellos, permeará a todos. Es el costo de funcionamiento. Gastos de representación, mirémolo de esa manera. Carajo, no he terminado y ya me tengo que ir. Ojalá pueda continuar luego. Abrazo a todos.

Xander dijo...

Me interesaría mucho saber por qué te pareció tan malo el libro de 'Nostalgia' que ni pensaste en regalarlo sino que de una vez lo arrojaste a las brasas.

Maya Lemus dijo...

Ya que todo está dicho, me iré por una rama y responderé a Xander...
Yo creo que Juan Pablo le dió un buen uso a ese libro de "Nostalgias", por que ese tipo de estructuras pseudofolcloristas como intento fallido para "crear" "identidad" no tienen cabida.
Y verdaderamente no deberían ser perpetuadas.

Con respecto a los impuestos, he de decir que es un tema que he discutido por todas partes, no siempre con los mejores resultados... pero como mínimo, ha sido una práctica de ciudadanía. Al final, como parte de un país, todos debemos pagar impuestos, TODOS, y eso incluye a las compañìas telefónicas, universidades y colegios (que a mi nunca me han dado factura) y a las iglesias también --no se como está el tema con las iglesias, pero entre limosna y diezmo si que alcanza para los megatemplos y los megacarros de los infrahumanos que las dirijen.--

Definitivamente hay corrupción, y definitivamente no me agrada Sandra Torres. Obviamente ella esta armando una plataforma para lanzarse a la presidencia. Pero es realmente Sandra Torres peor que, digamos, Otto Pérez Molina? o que Alvaro Arzú? Puede considerarse este gobierno peor que el de Berger?

Me sumo a las opiniones de Quique Naveda y a Mayra Méndez.
Saludos,
Maya.

Maya Lemus dijo...

PD. Buen playlist!

Willy dijo...

Es totalmente acertado para el gobierno, asumir que sus planes funcionan erradicando la pobreza, la desnutrición y las faltas en salud. Crear una pantomima idealista que promueve un cambio inmediato es su mejor campaña de marketing. Desgraciadamente, las cosas son distintas. Es bien sabido que un verdadero plan tardaría mínimo un plazo de diez o quince años para poder cosechar los frutos de un programa de esa magnitud.
Así que seguiremos viviendo en la isla de la fantasía viviendo para siempre en eternas primaveras.