sábado, 11 de octubre de 2008

LITERATURA GRIEGA REVISITED: Crónica 4 de un fin de semana como semi jurado y personaje de la Grecia Antigua

Escribo esto hoy sábado antes del partido de la selección de Guatemala, desde la empresa para la que trabajo ahora. Es raro, hoy haciendo cálculos y medidas, hace 15 días, dándome en la madre. No he podido contestar todo lo que me escriben como acostumbro, el nuevo trabajo me agota. Creo que los años furiosos han llegado a su fin. La cuarta entonces.


En la Grecia Antigua, en esos tiempos donde Luis Pasteur no pensaba en nacer, el agua pura, si bien era filtrada por largos procesos de decantación por piedra caliza, era un lujo. Lo mejor forma de adquirir líquidos era por medio de los alimentos y el vino, que costaba menos hacerlo que el agua y el alcohol mataba las bacterias malas. La acidez propia de esa bebida que tenía su propio dios, ayudaba a la flora intestinal a liberarse de los bichos propios de una civilización donde el agua pura era para las clases acomodadas. Aparte que les servía para ponerse como huevo de perro, es decir, hasta atrás de borrachos.

Divago. El reaggetón suena en la discoteca donde fue el evento ese que les contaba, donde por dos horas de mal sonido, se eligieron a la mitad de los finalistas del Primer Festival de la Canción 15 de Septiembre (que creo, es el otro sábado en Huevajazz, digo, Trovajazz). Entre una sarta de malas palabras, miro al chero puteando al Payeras con temas propios del liceo griego. Ah sí, con razón me recordé eso del vino y sus ánforas y que encontraron un naufragio frente a Grecia donde estaban dichos recipientes pero se sospecha que un vino de más de dos mil años es veneno y todo eso.

No crean que todo eso lo leí en algún lado. Nooooooooo, tengo televisión por cable y lo vi en el History Channel, lo comprobé en Wikipedia y se lo pregunté a Urbano Madel en una regresión que me hizo a mis vidas pasadas. Yo tengo libros porque se ven bien bonitos en las libreras, siete mil aproximadamente. Además es aburrido andar pregonando que uno lee más que todos "y que soy un ilustrado por eso, uy no la gente tan bruta, hay no estos tontitos, ¿no has leído tal libro?" y toda esa mierda. Ah, sí, entonces el Berne le decía que la vez pasada en Bogotá a Payeras le quedaron mal pero que fue por su culpa y no sé qué choreques más. Yo miraba a la conductora, la rubia culona, para ver si le sacaba algo de conversación y el resultado fue negativo.

Simplemente preguntaba cómo creía yo que ella había estado en escena como conductora de la actividad. “Pues no te vi bailar”, le dije. Nos reímos. Único ápice de conjunción que tuvimos en el viaje. Mmm, miento, al otro día en el desayuno dijimos al mismo tiempo que los panqueques estaban ricos. Berne le tiró un piropo a quemarropa, “sos tan linda que me imagino que Helena de Troya es tu pariente”. Nos reímos de la ocurrencia y ella también.

Tan linda ella, repregunta, “¿ella es la princesa de Noruega, casada con el duque de Saberdónde, verdad?”. Me descompuse. No tuve corazón de decirle la verdad. Así que le dije que nada que ver, que era la chava rubia que salía junto a Brad Pitt y Orlando Bloom en aquella película que se llama Troya. “Ahhhhhhhh, claroooooooo”, dijo, “aquella que es como en los tiempos de Jesús”. “Exacto”, dije y le apaché un ojo.

Y la entiendo. Es aburrido leer cuando en un sistema educativo te lo imponen como castigo. Ella no tiene la culpa. Nadie tiene la culpa. La culpa es la guerra, sí, de los 36 años de guerra que nos destruyeron como sociedad. Y de los hijos de puta que desbancaron a Árbenz y nuestra merecida primavera. Es que tengo que decirlo, si no, empiezan a decirme que soy frívolo y esas cosas propias con las que les gusta atacarme. Porque el intelectual tiene que ser serio y darse golpes de pecho, y no tomar en exceso, y no reírse, y vivir contrito, y peleando, no ser el centro de nada, humilde, bajar la cabeza frente al maestro, despotricando contra el sistema. Ya, contentos todos, proseguimos con la fiesta (mensaje patrocinado por la Secretaría de la Presidencia)…

Así que de tanto de Grecia, paramos convertidos en Telémaco, Ulises y Héctor. De allí todo se traslada a escenas submarinas, borrosas y cuando alguien se reía, salían burbujas de la boca. Tengo que hacer una pausa. Baño, me topa la cabeza en al techo, azulejos por todos lados. De vuelta. Ron añejo en las rocas. Una hora antes impartíamos lecciones de bartenderismo al bartender local al explicarle que el ron añejo es aquel que tiene color caramelo, no el blanco, como él intentaba hacernos pasar. El problema de la provincia para nosotros tan cosmo. Reíamos a carcajadas, felices, burlándonos de todo lo que nos rodea por dentro y por fuera, de nuestra condición de metidos en una actividad que no nos corresponde. Llamándonos con nombres imposibles y pensando en nada, sino en el desfogue, tirar por tirar, la sorna y no la propuesta, esa viene en esto, en la actitud, y transferirlo a la obra. Un calco de nuestra sociedad. Manchar este tiempo manchado.

Bravo Telémaco. Sorprendente Ulises. Maravilloso Héctor. Hablamos sabiendo que nada se hará al respecto. La diferencia es que nosotros lo sabemos. No queda otra cosa que caminar y contarlo. Una leve llovizna frente al Teatro de Xela, el hermoso teatro de Xela donde la gente escucha tan atenta cuando hay actividades culturales. Conservadores y tolerantes con el libertinaje. Llegamos a la tienda frente al parque, compramos más ron y dejamos las identidades, las reales, en la puerta. La cajera frunce el rostro al ver que nuestros nombres son raros. Oh caro Héctor, paga tu las copas que yo pongo el néctar; con gusto prefecto Ulises, que el ungido Telémaco compre el tabaco. Serán necesarias unas viandas antes de proseguir con las olimpiadas. ¡Por Zeus! (Traducción: vos serote, comprate unos vasos que yo pongo el guaro, orale pisado, que ese hijueputa compre las chencas, hartamos unos chéveres aquí afuera antes de seguir la chupadera. ¡Salud!)

Y enfilamos al templo-parque. Allí nos sentamos y bebimos y reímos. Desde arriba, el país de los dioses miraba hacia abajo moviendo sus cabezas en desaprobación. Dioniso empezó una orgía de contento y salió de cacería esa noche. Pasó acelerando su chopper cerca de la casa de Buda nada más por pura chingadera, le escondió las llaves a San Pedro, le metió ácido en el te a Mahoma y se robó algunas vírgenes del corral. Desde el parque de Xela escuchamos tronar los orgasmos.

10 comentarios:

el Kontra dijo...

Hágale ganas al chance compa, hay momentos de farra y momentos de partirse el lomo, de ambos aprendemos. Buena chingadera y buenas traducciones. Salú

Anónimo dijo...

Kontra, que buen fellatio. Caminás entre dos mundos. Dejelo a JP que solito cae, no le digas nada que lo hincha, revisate los comentarios anteriores. Le gusta eso. No caigas en su juego de mantenido, de spoksman de una generación que no es nada en la historia de la literatura de un país mediocre, como todos ellos. Tenes talento, no seas su fan. Mi consejo.

el Kontra dijo...

anónimo, debemos respetar los espacios de cada uno. Salve.

Anónimo dijo...

como la madera se hincha dicen jajajaja... maestro Dardon que desvergue ese su fin de semana mano ya pide pelo la edad aunque se conserve bien en guaro... me gusto sus fuentes de información muy al chapin siglo xxi urbano madel y wikipedia... hay nos saludamos ya formalmente este 31 de octubre pues!!

Anónimo dijo...

Helena la princesa de Noruega?! No!!!
Esos errores no se deberían permitir xD

Igual la pelicula de Troya no se puede decir que sea tampoco muy fiel a la hitoria de Homero, no me extraña que luego la gente diga disparates ¬¬ (aunque generalmente Hollywood desvirtua todos aquellos libros o cuentos que llevan a pantalla grande)
Eso me recuerda a Hercules, que la pelicula de Disney nada tiene que ver realmente con el mito de los giregos...

Saludos,
JOa... (otradelmonton)

Anónimo dijo...

Salud por Helene de Troya hahahahah!!

Å. Sánchez.

Anónimo dijo...

Nooombre jajajajaj lo de Helena de Troya me saco la risa pues!! jajajajaj Y Urbano Madel, clasico!

Buena!!!

Anónimo dijo...

Lo que me gusta de JP son las frases de cierre de las cronicas. Son bofetadas! Adelante, como ansias por la quinta.

Anónimo dijo...

Así como suena la apreciación de la muchacha sobre Helena de Troya suenan los conceptos sobre temas sociales de los literatos y en muchos casos su apreciación sobre la música.

Es bueno leer, pero leer solo literatura parece provocar una construcción social muy estética y particular del mundo.

Interesante forma de vivir.

Issa dijo...

Nadie tiene la culpa. La culpa es la guerra, de la violencia, de la sociedad, de la mentira... la culpa, nunca es nuestra, es de quien se la adjudica de quien la siente... Interesante... abrazo!