martes, 29 de abril de 2014

ENY ROLAND, OBSESIVO


Es un obsesivo Eny. Es un tipo genial Eny. Es un chavo que sabe molestar con su trabajo, es un artista, el Eny. Se ha decantado por la fotografía, su medio de expresión y la polémica el leitmotiv para observar el mundo.

Nos habla Eny por medio de una historia de imágenes. Un fotorreportaje de él es un cuento – tendiendo lazos con la literatura – y una serie fotográfica de Roland, es una fabulosa novela de corte urbano, realismo sucio y mágico.

Mañana, a las 19:00 horas, en la Galería El Attico (4a. avenida 15-45, zona 14) presenta la segunda parte de su serie Dulce Mortificación, donde explora el mito religioso de la Cuaresma vista a través de su experiencia como estudiante de un colegio católico.

Las imágenes y los ritos que orbitan alrededor del suplicio, la tortura y posterior muerte de Jesucristo impactan a cualquiera. Conmigo lo hicieron desde niño y la forma de asimilar ese suceso real (para algunos) o mito (para otros), es una forma de hacernos entender que el dolor terrenal pasa, frente a la paz de la vida eterna si se acepta tal hecho, con total abnegación. Vaya, vos.

Y esa misma expresión que coloco arriba, de displicencia, supongo que es el mismo llamado que Eny siente al cuestionar por medio de esta serie fotográfica que tanto revuelo hizo para su inauguración, pero más cuando se empezó a difundir. 

Este artista no está lejos de la polémica con sus retratos, sus cuadros de costumbres tan rococós (en el sentido de la expresión individual, los desnudos, los mitos, la luminosidad y lo sensual).

Para esta segunda parte de Dulce Mortificación, habrá algunos videos y proyecciones relacionadas con la línea de trabajo, explica Eny, que complementan la muestra fotográfica, que valga la pena decirlo, se inauguró la primera hace justamente un año y llegó a estar en exhibición internacional (Miami) hasta marzo de 2014.

En su página explica: “En estas fotografías se incorpora iconografía católica tradicional entrelazada con sensualidad, luto y fetichismo: la forma personal en que el artista percibe la Semana Santa guatemalteca.

Asista mañana a esta exposición, pero con ojos abiertos al igual que la cabeza. Entienda que la religión es un fenómeno social que no está exento de crítica, y esta que se hace es de suma belleza.

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