viernes, 3 de septiembre de 2010

CUENTO BREVE DE ROCK, DISCO Y POP

Esto es divertidísimo. Esa noche el rockero pedía Napalm Death como yo cerveza. Escuchaba ese aquelarre de sonidos yuxtapuestos del grindcore con la certeza de poder hacer volver el tiempo agitando la cabeza.

El tipo se me hizo una especie de varita mágica, pero borracha, alta y delgada y agitándose de aquí a allá. Pensé que de tanto hacerlo, iban a aparecer conejos de chisteras o partir sonrientes mujeres a la mitad, con el serrucho de su grito.

Se fue apagando este borracho de lidia, frente a las múltiples puyas del ron y la cerveza y su aullido de guerra, antes acompañado de una expresión de fiera donde mostraba la violineta de sus dientes amarillos y hacía la universal seña del rock: dedos índice y meñique levantados como las antenas que sintonizan y hacen crecer el pelo de los metaleros. Se agitaba y profería guturales "uawwwrrrrgg".

Múltiples linguistas y semiólogos no se ponen de acuerdo en definir la traducción exacta, aunque consensuaron que "Soy un tipo duro, más grande que sus minúsculas vidas de canes, iluminado por el Valhala, pobre y con mucho miedo de hablar coherentemente y por eso tomo actitudes de maldito", es la traducción más cercana de ese complejo término que oídos no iniciados confundirían con un campirano grito de bolo.

Se redujo conforme las horas, a una mesa. Y más que una mesa, a florero marchito. Porque ya se bamboleaba producto del alcohol quemando sus entrañas y hacíamos apuestas de si caería sobre su lado izquierdo o derecho, en el pegajoso suelo del bar de rock.

La música había cambiado y yo bailaba Tavares como si no hubiera mañana, me abrazaba con fuerza (me apoyaba) de mi chica, y ella se abrazaba (colgada) de mi cuello, soportando la madre de todas las borracheras que cargábamos en esos tiempos. Chistando con el rockero, instándolo a levantarse de su oscuro letargo para que se subiera al tren de la alegría del disco.

Hacía el intento de mantenerse en pie, al ritmo del quinteto de negros de voz dulce. Era un aeroplano de feria que pasaba saludando al público con lucesitas en la punta de las alas, es decir, tenía los brazos abiertos y tronaba los dedos intermitentemente. En se cabeza, era un Messerschmitt ametrallando franceses comedores de quesos y bebedores de vino, reventando sus boinas.

Aunque la realidad era que intentaba hacer un baile cherokee imitación del de Jim Morrison cantando The End aquel verano del 68, fallando estrepitosamente, claro, y pareciendo más bien una especie de gaviota de basurero. A punto de morir.

Encima del electro funk setentero se escuchó un último "uawwwrrrrgg", le tendió la mano al dueño del antro con un manojo de billetes húmedos y salió volando en la peor salida teatral de la historia. Adentro, el televisor mostraba el video de la mejor interpretación de Billy Jean, y nuestro grupo aulló antes de iniciar cada uno su versión de los pasos michaeljacksonescos.

El poeta intentaba un moonwalk que más parecía estar muriendo víctima de un bloqueo coronario; la periodista - perdida, como siempre - bailaba cual zombie del videoclip Thriller; el dueño del antro agitaba los brazos lentamente emulando a una anémona operada de la nariz, mi chica ejecutaba pasos de ballet interpretativos que iluminaban el piso y yo me agarraba la verga como si me la intentara arrancar, de tantos problemas en que me había metido la condenada, en el transcurso de mi vida.

Miraba todo bajo el prisma de una catarata de agua rara, mis ojos discurrían la realidad y mientras me refrescaba el gaznate con cerveza fría, se me acerco nuevamente ella, cansada de invocar a Michael, a colgarse de mis hombros nuevamente.

Era un ancla hermosa que pasó la velada y algunos meses sostenida de mi cuello para que no me llevara la marea de esos tiempos. Me detenía para que no muriera. Ni ella, ni yo, ni el rockero triste que salió de pecho a embestir al toro negro de doce horas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

BARBARICO CHAVO, USTED SI SABE CMO VA LA ONDA, JA JA JA YO TAMBIEN EH ESTADO EN ESOS ROLLOS DE METROMIX MUSICAL. VIVA EL ROCK COMPADRE.

Edi Girón dijo...

Me gusta, mas el cierre de la nota JP! estos personajes que mencionas se me hacen familiares!! y VIVA EL ROCK CARAJO!!!!

Anónimo dijo...

Grande!

Sánchez

CACHO dijo...

De lo mejor Dardon. Cito las de antologia

"Pensé que de tanto hacerlo, iban a aparecer conejos de chisteras o partir sonrientes mujeres a la mitad, con el serrucho de su grito"

"dedos índice y meñique levantados como las antenas que sintonizan y hacen crecer el pelo de los metaleros"

"Era un aeroplano de feria que pasaba saludando al público con lucesitas en la punta de las alas, es decir, tenía los brazos abiertos y tronaba los dedos intermitentemente. En se cabeza, era un Messerschmitt ametrallando franceses comedores de quesos y bebedores de vino, reventando sus boinas"

Esta genialidad que me zurro de risa:

"y yo me agarraba la verga como si me la intentara arrancar, de tantos problemas en que me había metido la condenada, en el transcurso de mi vida."

Nadie tiene un humor como el tuyo, nadie.

Anónimo dijo...

che, el toro negro sos vos. dichosas las que te tenien cerca.

jpbarrios dijo...

genialisimo JP, cuantas veces he estado en esas (la del metalero) y al final de la noche he salido en las mismas a enfentar al toro de la noche y el frio
saludos!

Andrea Ixchíu dijo...

Hahaha ud es el éxito de este agujero negro y parece hacer grullas fallidas cuando baila.. ya lo he visto! hahaha
Que amena lectura... :D

Manu Manu... dijo...

Libra x libra, usted es el mejor escritor de guatebala. Sin tanta casaca, nos (d)escribe como somos. Un gusto conocerle la otra vez. MM.

Miss Trudy dijo...

El cronista eméritus de la vida noctura y las borracheras noctámbulas, sin duda alguna.

Pedro P dijo...

Qué bien vos, excelente la forma de escribir, pude haber estado ahí solamente con el relato.

Aparte de las partes que ya han citado, esta me pareció genial: "...y pareciendo más bien una especie de gaviota de basurero. A punto de morir."

Jajajaja...

Salud!!!!