viernes, 8 de junio de 2007

SOBRE LA POESÍA: EL RITMO

Hablar de ritmo es hablar de poesía y visceversa. Me comentan dos amigos en el texto anterior que sí hay un rompimiento al momento de llevar al plano oral el poema. Es una tara para muchos de nosotros.
Sus raices están vinculadas al lenguaje, hábitos de lectura mal habidos, mucho silencio de niño. Aparte es el hecho performático de subirse e hilar verso tras verso para lograr transmitir un poema equis, creo (corrigiéndome) que existen partes iguales en el proceso: hay poetas en comunión con su poema y otros que no. Sencillo, cada uno se aproxima al fenómeno de diferente manera.
Ejemplifica Andrómeda en su comentario con Jaime Sabines, es cierto, él sí sabe leer muy bien sus poemas y suenan maravilloso. Sucede igual con Benedetti. No así con Pablo Neruda que parece alfil recitando una pena de muerte.
Pero el ritmo queda puesto entre las consonantes, vocales y silencios que construyen un poema. Está para ser descubierto y dictar los mapas con que será encontrará la poesía. Si un texto lírico funciona, así será para siempre.

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