martes, 24 de marzo de 2015

SEMANA 13 DEL PRESENTE AÑO



PERIODISMO
La vida no cesa a pesar de las constantes ganas de los poderes oscuros en hacerla desaparecer. El acoso hacia los periodistas es el termómetro de la temperatura electorera que se vive en el interior de la república: allá o se paga o se pega.
Nefasta frase de Arzú que la repitió como loro, de su maestro ultraderechista, Ríos Montt, que nos expresa a detalle lo que el periodismo y libre expresión ha significado para los políticos de este terruño.
Y ahora con la nueva variante a juego, la narcopolítica, donde más que pegarle al periodista, pues se le mata como si fuera un enemigo más, el estorbo en el camino a la guayaba. El poder corrompe, y el narco, lo corrompe absolutamente. Permítanme la licencia a lo Lord Acton style.
Vaya cosas las de los periodistas, se emplean en un oficio que históricamente les apacha, les expone, les desprotege y a pesar de todo, allí están, desvelados, cansados, mal comidos, mal pagados.
Si bien los medios de comunicación tradicionales son un negocio fructífero para los dueños y accionistas, esas ganancias poco o nada llega a los reporteros y fotoperiodistas que se rifan el físico en la calle, mientras los otros periodistas de lobby, pues, cocteles y tacuches.

LITERATURA
Del día internacional de la poesía no tengo nada que decir, más que siempre existirá la expresión lírica más allá de que se le reconozca o no. El día internacional de la poesía ayuda más a los arjonianos, los benedettianos, los gelmanianos, que a los poetas. Es una celebración más de los fans de la poesía, que de los poetas. Para los poetas, siempre se está celebrando la poesía y siempre es negro el panorama. Pero así ha sido, así es, así será. El resultado de hacer poesía es bello, el proceso, horrendo.

TEATRO
El jueves pasado tuve a bien asistir a la presentación de Tres Maneras de Mentir, una obra de teatro con tres sketches acerca de la mentira. La dirección de Ángelo Medina lleva a escena la pieza del chileno José Ignacio Valenzuela, un guionista de telenovelas que hizo el brinco a la literatura. La producción es cortesía del gran Mendel Samayoa que nos ofrece un escenario inteligente, justo y emotivo. Es un obra lineal, corta que no da para el aburrimiento, cuenta con tres actores que se turnan y mutan en papeles para lograr las tres historias de una forma amena, jocosa y hasta terrorífica. El lenguaje se aleja del teatro bufo que parece ser denominación de origen por estos lares, se agradece el esfuerzo y para quienes quieran verla, sólo les quedan tres presentaciones este jueves, viernes y sábado en el Centro Cultural Lumiére, ubicado en el Centro Comercial Cayalá. Ya, ya, ya… no iba a estar peleado para siempre con ese postigo de edificación: ya los perdoné por transeros ;)

CINE
Y de las tablas me dediqué este fin de semana a ponerme al día con el cine nominado a los pasados premios de la Academia de Artes de Hollywood. Vamos a hacer un resumen ejecutivo porque seguro ya las vieron todas, pero esto pienso:

Boyhood: un esfuerzo soberbio técnico y de perseverancia, mucha tensión por momentos sin caer en la barbarie efectista. Es la vida simple y llana. Me dieron ganas de verguiar al actor por pasar hablando entre dientes un tercio de la película. La metáfora al final, meh, prescindible.

La de Hawkings: es mejor My Left Foot. No merecía el Óscar al mejor actor, pero ni modo, políticamente correcta como siempre la Academia, si es de derechos civiles negros (nunca latinos), o judíos, o discapacitados, siempre algo se debe de ganar. Es ley natural.

Relatos Salvajes: muy entretenida, muy cotidiana, muy de Latinoamérica. Esa intensidad de las historias, ese odio, esa frustración se hacen presentes en una alucinante y perfecta primer historia sobre la venganza, y cinco más donde mi favorita es Bombita. Un ramillete imperdible esta película coproducida en Argentina y España.

Birdman: trata sobre el fracaso. Sobre los fracasados que somos nosotros en algún aspecto de la vida, sin duda, me identifiqué mucho con este filme. El actor de Hollywood que quiere ser recordado se dedica a hacer gran arte, gran teatro, en el gran Broadway; pero es defenestrado por la crítica al saberle como representante de la puerilidad y la fama chusca, de tele revista. Esa batería de jazz es perfecta. Le roba a El Cisne Negro, de Aronofsky... ¡Ay, lo dije en voz alta! Vaya cosas ¿no?

FUT
El clásico, ganó el Barcelona, me doy por servido. Sí, miro futbol español, sí es el opio cultural del pueblo, sí soy fiel de Diosmessi creador del futbol moderno, del jugador total, del goleador y el asistente, del mejor jugador de la historia. De la magia y la simpleza del balompié. En este blog apoyamos el deporte y no sólo el vicio, para que vean.

CREA
Esta semana cumple años, nueve para ser exactos, el proyecto más necio en materia de difusión artística. Se llama Crea y mi hermano del alma Javier Payeras es la cabeza del equipo de se dedican a gestionar, difundir, promover, descubrir, tender lazos entre instituciones, acercar proyectos, lograr que se hagan cosas. Yo lo vi nacer y soy testigo del amor que todos ellos le ponen a su labor, va más allá de la politiquería, del sesgo interdiciplinario, mi cariño a todos ellos, a Jorge, a Nuto, al Cabro, a los y las perdidos en el camino, a todos. Adelante cariños míos.

SEMANA SANTA
Salud y no se maten chupando, porfis.

LO QUE VIENE
En otro ramo de noticias, me he dedicado a trabajar y a conocer lugares, personas y situaciones; en esta presente temporada de su blog amigo Fe de Rata les traigo varias historias de mis correrías por la costa, cosas que he vivido, cosas que me han contado. Hay de todo, desde el derby de caballos de Santa Lucía Cotz, pasando por los palenques y un dueño de gallos llorando por su giro muerto, que luego de unos minutos lo revivió y le sacó de pobre en una pelea legendaria, hasta la historia de Juan Botrán y cómo logró tener la tiburonera más cara de Iztapa gracias a un tumbe de drogas. Ya saben, la vida hermosa e intensa de nuestras latitudes, Perharps You Need a Little Guatemala, será mi huevo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

EL PEOR FOTÓGRAFO DEL MUNDO: EDUARDO JUÁREZ

(SELFIE, EDUARDO JUÁREZ. TODAS LAS IMÁGENES DE ESTE TEXTO SON PROPIEDAD DE ÉL)

Para que algo sea bueno, debe existir algo malo. La calidad de una obra artística se mide en la capacidad que tiene de resumir en un libro, un poema, una pintura, una canción o pieza musical, su entorno.

En este caso hablamos de la fotografía. Soy un entusiasta de ese arte/medio de comunicación, es por imágenes que ahora se resume el mundo, cada día en redes sociales se suben más fotos que palabras, el contenido gráfico de Facebook, Pinterest, Instagram, VSCOcam, supera a lo escrito. El peso del contenido gráfico dobla a todo lo escrito por los seres humanos en toda la historia. Y cada vez es más.

Eduardo Juárez es escritor. Y uno muy bueno, por cierto. Su leitmotiv es el ambiente fronterizo entre la sociedad tal y como la conocemos y los personajes que viven en la frontera radical del alcoholismo y el delirio. Realismo sucio de factura local, acaso el mejor exponente. (Este es su perfil, pueden seguirlo o hacerlo su amigo).

Sus libros los recomiendo mucho, Mariposas del Vértigo, es una colección de relatos que abona el camino a Retrato de Borracho con País, un escenario gris, onettiano, con los tintes oscuros propios de la marginalidad. Tiene asimismo, otros libros que no conozco (Exposición de Atrocidades y Serenatas del Hastío), que seguramente andarán por la misma línea.

Nos conocimos y hemos charlado varias veces, es un tipo talentoso, con cacúmen urbano. Por momentos, nos mira al resto del mundo, como una especie de muppets en una gran comedia alejada de una realidad alterna. Es Juárez una especie de The Maxx, aquel disociado héroe de comic que pasaba del delirio a la realidad a placer.

Nos hicimos amigos en Facebook y de un tiempo a acá, sin faltar, constantemente, sube fotografías digitales de su paso diario por la ciudad. Es el mejor documentalista del centro económico de la metrópoli, La Terminal. 

Allí se mueve más dinero en efectivo que en todos los bancos de Guatemala, es la central de abastos de esta urbe, la alacena donde comemos todos. No es un lugar grato, es un espacio turbio, oloroso a sudor y jugo de fruta podrida, a prostitución, a alcohol, a drogas.

El comercio informal provoca que este perro país se mueva, allí se manejan los habitantes sin factura, los que nunca van a figurar en los medios de comunicación al menos que aparezcan en la nota roja. Allí se mueve de mano en mano, más de cien millones de quetzales diarios que nunca pasarán por la SAT.

Allí nacen y mueren generaciones enteras dedicadas al comercio, al vicio, a la nada, a mantener sobre sus hombros al resto de la Ciudad Iberoamericana de la Cultura 2015. Allí circula el licor, las putas, los huecos, la piedra, la mota, a lo par de la canasta básica.

Juárez se ha dedicado a la tarea titánica de documentar eso desde una cámara digital. Sus fotos son las más malas del mundo, carecen de técnica, de iluminación, de sentido, son documentales nada más, pero no llevan una linea que las clasifique como tal, son producto de la espontaneidad. Con poca o nula composición.

Sus fotos se las rechazarían en los medios de comunicación y en las exposiciones de arte. Es su acto, un performance de la observación.

Y eso, decía mi profesor de fotografía, lo hace cualquiera y por eso había que trabajar en la línea gráfica, el sentido de lo que se va a fotografiar para mostrarle a los demás el fenómeno completo de lo que se está documentando. Si no, no somos fotógrafos, comunicadores, artistas, si no simples monos con cámaras.

Por eso Eduardo Juárez es el peor fotógrafo del mundo porque hace todo lo contrario a lo que se enseña. Su espíritu es de un equis que toma fotos malas, y por eso, logra meterse hasta la cocina dentro de La Terminal. Por eso es invisible y nos puede hacer testigos con sus imágenes de lo que allí acontece, son fotos feas, sin técnica pero con mucha fuerza y espíritu. Y eso es La Terminal, fuerza fea y espíritu caótico.

¿Qué hace Eduardo allí metido? No lo sé, acaso más adelante lo averigue. Talvez allí trabaje, talvez sea comerciante, o bolo, o sea su lugar de paso a su trabajo. Dentro de su linea de realismo sucio, hace Juárez un excelente trabajo, porque si bien nos socializa la cara más cotidiana de la ciudad, lo hace con pie de foto magnífico.

Los textos que amortiguan sus fotografías son breves relatos, versos, poemas truncados, semillas literarias que nos hablan de un artista, de un pasante sensible que se emociona con pequeños detalles. Eso hace a un gran artista, eso hace a un gran documentalista de su tiempo. Eduardo Juárez hace arte. 

Por eso, es el mejor fotógrafo del mundo. 













miércoles, 11 de marzo de 2015

NO POCOS ENEMIGOS HEMOS LOGRADO ASÍ

(Foto por Celeste Prado, Restaurante Shasta, marzo 2015)

Cada cierta cantidad de años, talvez cada siglo, aparece en el mundo del arte una voz profética que nos enseña los caminos perdidos del ser humano. Esos laberintos que la vida moderna nos oculta tan bien, que olvidamos que llevamos por dentro, un diablo.

Esa voz nos hace ver aquello que los humanos nos perdemos de nuestro propio ser, al concentrarnos en no morir. En trabajar, en hacer política, en irle fanáticamente a un equipo de futbol, en tomar banderas ideológicas de acuerdo a los tiempos.

Estos seres son profetas que nos traen mundos paralelos a la realidad del ser humano, estos profetas son músicos, poetas, narradores, pintores, caudillos, sacerdotes, pastores y líderes de sectas suicidas que se van detrás de cometas a lo David Koresh.

Son fuerzas oscuras que no son buenas ni malas, si se le pregunta a un habitante del mundo occidental cualquiera le dirá que no, que no es normal que existan mentes alucinadas. Y tiene razón. Todos ellos, Prado que tengo a la par, son mentes que se salen de la normativa.

Son creativos que están más allá del bien y del mal, existen para lograr un balance, un salto evolutivo en la conciencia social, son la avanzada de la teoría de la evolución. Es decir, mutaciones sociales que nos muestran el camino. Me explico, las vanguardias rompieron con una hegemonía de dos siglos de tradición cultural a un punto que los que lo hicieron, los surrealistas, fueron llamados locos.

Eran visionarios, exploradores de la sociedad y la plasmaron con sus gafes y aciertos en obras maravillosas. Más que artistas, fueron provocadores, fueron agentes de cambio. En el camino, lograron la inmortalidad. Cien años después, seguimos imitándolos en el mundillo del arte y más en este país olvidado de la mano divina.

Hay acá en Guate, provocadores. Lo fue el Bolo Flores, lo es El Tecolote Ramírez Amaya, lo fue Aníbal López, lo es Simón Pedroza. Y también Estuardo, que nos presenta nuevamente una obra que no fue entendida cuando se publicó y no será entendida ahora que se publica nuevamente. Lastimosamente, tendrá que pasar mucho tiempo para que lo que acá está escrito, empiece a tener sentido.

El país está retratado en este librito, la forma de pensar de la sociedad a todo nivel, está retratada acá. Estos son los rostros más oscuros de todos nosotros. Prado va, dirigiendo una cruzada donde acaso una docena de personas le seguimos… no será que es en verdad Prado, una de las tantas reencarnaciones de Yisus y nosotros, la docena de amigos, sus apóstoles? ¿Será que estamos escribiendo un nuevo evangelio en este momento?

¿Será que usted está asistiendo sin saberlo a un nuevo sermón de la Montaña, será que son ustedes los testigos privilegiados de la refundación del cristianismo en un restaurante budista – vegetariano?

Bueno, mientras les dejo con la inquietud, allá afuera hay un conglomerado de artistas y escritores que piensan que lo que hace Prado es mierda, que lo que ha realizado a lo largo de su corta, densa y convulsa carrera como escritor, es basura. Que es mejor seguir luchando por la instauración del socialismo en la sociedad y que los gringos son malos y los venezolanos los buenos y que el imperio yanqui y que ISIS lo fundó la CIA con el Mossad y que mi huevo izquierdo y derecho al mismo tiempo. Todo es mierda, empezando por ellos y terminando conmigo. Prado lo sabe, yo lo sé y somos los primeros en admitirlo.

No pocos enemigos hemos logrado así. Y pela la verga. Oso meterme en ese grupo porque comulgo con su visión nihilista de destrucción / creación. El empantanamiento ideológico de estos tiempos no deja otra cosa.

Vicio-nes del Exceso es un álbum de cromos de la posmodernidad que no será jamás un bestseller, este es el tipo de literatura que no vende y que no emociona a las masas, a pesar que acá aparece el político, el sacerdote, el travesti, el escritor, el publicista, el cineasta, la mujer, el hombre, el niño, los animales y nadie se salva. Es obvio, nadie se va a salvar a la larga, la muerte nos encuentra tarde o temprano.

Buscar la trascendencia del individuo es un ejercicio de la futilidad frente a la historia. La eternidad se logra al dejar una obra consecuente, al mostrar su tiempo en formas que nadie lo hizo. Estuardo lo logra como ninguno, otros le han imitado con pobres resultados.

Técnicamente es un derroche de errores Vicio-nes del Exceso. Pero eso es Guatemala, eso es el mundo. Es muy sencillo juzgar a esta obra, o toda la de Prado, como un manojo de faltas ortográficas, errores de redacción, mal editor, poco disciplinado, un dejado. Un subproducto de las drogas.

Hacer eso, en este caso, es ver el dedo y juzgar que tiene la uña mal cortada, cuando nos está enseñando el gran vacío del universo. No se deje engañar por esos fariseos, no se deje engañar por el mismo Prado, por su forma de escribir: hay una lectura al fondo, hay iluminación, allá está el ojo de Dios mirando sin parpadear lo que ha creado. Prado lo enseña sin tapujos, podrá no gustarle, pero es la verdad.

Se los ejemplifico, Estuardo Prado hace más por este mundo desde sus delirios que cualquiera. Su aporte es un parteaguas, un giro del camino. Ningún político aportará tanto como lo ha hecho Prado al avance del país, ningún activista social podrá lograr – ni se lo imagina – el alcance logrado por mentes delirantes como estas.

A ver, sin ser feminista, Estuardo Prado aporta más al avance de la sociedad que el movimiento mismo. Y a pesar de ello, las feministas lo odian. Simple, leen que en sus novelas se asesina a una mujer, y piensan que es una apología a la violencia de género, que la caricaturiza, que es un misógino drogadicto, y lo que quieran. Pero visibiliza el problema sin el velo de la corrección política, sin el activismo oenegero, lo mira bajo la perspectiva del suceso y no tiene empacho en mostrarlo como tal.

Prado no es un académico, queda demostrado, es lo que los académicos estudian: es un fenómeno de esos artísticos que se nos presentan cada siglo. Es un Halley, un cometa Halley de las letras que tenemos la dicha de compartir hoy con él.

Sus visiones chamánicas de la destrucción del mundo son producto de una mente febril, no es producto de las drogas, porque de ser así, muchos de los que están acá en este momento ya estuvieran hablando en lenguas. No me dejarán mentir.

Porque personas como Prado son los que hacen que surjan nuevos proyectos, son estrellas que revientan dando nueva vida. Sus letras, nefastas para unos, proféticas para otros, aclaratorias para algunos, balsámicas para pocos, son los átomos de cosas más grandes, los cuadros fundacionales para nuevas arquitecturas.

Aunque no lo quieran, aunque les duela, la libertad de expresión de ahora no es gracias a los soldados, como unos imbéciles con pancartas se manifestaron hace algunos años, la libertad de expresión es gracias a gente como Estuardo que se ha mantenido firme en su camino, ha escrito a pesar de las amenazas, de las críticas, es un meteorito que pasa, que da miedo, que retumba. Nadie queda sin algo que decir luego de leerlo.

Es gracias al trabajo de la Editorial X que nos ha llevado a la mesa de lectura obras de escritores con una visión distinta, con un halo negro, ángeles caídos. Y son estos los que nos ofrecen libertad al poner el dedo en la llaga de lo que le hace daño al mundo: que no es otra cosa que nuestra alma oscura llena de deseos reprimidos. Gracias a ellos podemos virar en otra dirección porque nos muestran los resultados del exceso. Dante lo hizo, El Bosco, Hunter Thompson, la literatura del delirio de Philip K. Dick, la triada maldita Rimbaud, Baudelaire, Éluard. Entre miles otros, nombrarlos, no tiene sentido y nunca terminaríamos.

Gracias a la posición anárquica de Prado y su proyecto fue el semillero para exigir mejores cosas, mejores lugares, mejores textos. Un mejor periodismo, por ejemplo, y así ahora tenemos la red plagada de excelentes proyectos.

Sí, ustedes de Nómada, de Plaza Pública, de Soy502, de los que hace algunos años conformamos Monitor, del desaparecido Supositorio, de Hasta Atrás, de Diario Digital, de las nuevas editoriales como Alas de Barrilete, de Gato Negro, de Alambique, de los festivales de poesía de Xela, de este festival La Valiente, de todas las revistas literarias, de las revistas caqueras, de las comerciales, de las secciones de cultura, del vendedor de películas piratas el Buki, de cineastas emergentes, de plaquettes de poesía, de poemarios, de antologías, de empresarios de la noche, de dueños de bares, de restaurantes budistas, de músicos extraños, de escritores nocturnos, de poetas del delirio, de narradores del apocalipsis, de cronistas de la muerte, de blogs dientes castañuelas del averno, de blogs banderas del sarcasmo, de blogs como Fe de Rata. 

Sí, todos nosotros los que estamos acá, saludemos a nuestro patriarca fundador, es un gusto compartir este tiempo con vos Estuardo Prado.

miércoles, 4 de marzo de 2015

LAS MARIPOSAS YA NO VIVEN AQUÍ


Era la segunda vez que visitaba la biblioteca del Bolo Flores. Marco Antonio Flores, el chaparro ácido y tierno y poeta de puta madre. Me interesaba mucho su opinión acerca de mis textos, aquellos protopoemas que con paciencia de monje y boca de marinero, puteaba y me llevaba de la mano, por los recovecos del lenguaje.

Tres veces le visité y tres veces me recibió y se reía de mí con un dejo de ternura, yo intentaba hablarle con el lenguaje de Los Compañeros para que viera que le entendía y que era de su equipo. Marco Antonio Flores, sólo se reía y me corregía en el uso de la terminología ya que “tu chance es distinto a tu chantle, mano, no jodás, de uno vivís y en el otro vivís”.

Me sugirió mucho para leer y en una libreta apuntaba todo. Esa libreta la perdí tratando de ser borracho y un grueso. Nunca me prestó un libro, pero leía donde él, era la única condición para que pudiera tocar sus libros y allí me prestó una antología de poetas judíos donde él decía que hallaría otras voces que eran similares a las mías, pero con un mejor manejo de la imagen y la metáfora.

Vaya descubrimiento. Entre ellos me dolió la historia de Pavel Friedman, un muchacho de mi edad que cayó en los campos de concentración, escribió un lacónico poema en un pedazo de papel y fue gaseado en Auschwitz. Tenía 23 años y entendí el poder de la poesía, trascender tiempos, historia, culturas y conectar con ese llamado del lenguaje que llevamos los humanos.

Así conocí su poema que se llama La Mariposa, en una antología perdida en una biblioteca de un escritor un sábado olvidado de hace muchos años. Esta semana se presenta una obra en única función que recrea el holocausto nazi, se llama Las mariposas ya no viven aquí.

Es mañana jueves 5 de marzo a las 20:00 horas en la Gran Sala del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y la información de precios y todo la pueden encontrar acá en Todoticket. Los precios están caros, pero el montaje dicen que es de otro mundo. Gracias a ese texto, recuerdo al Bolo Flores y sus tres cátedras. Recuerdo a un joven aprendiz de poeta de 23 años y a un poeta asesinado a la misma edad. Grande Pavel, gracias Marco Antonio.

LA MARIPOSA

La última, por cierto,  la última,
tan rica, brillante, deslumbrantemente amarilla.
Talvez si las lágrimas del sol cantaran
sobre una piedra blanca…
Así, tan amarilla
se eleva lentamente hacia lo alto,
quiere irse, estoy seguro,
porque quiere besar al mundo,
adiós decirle.
Siete siete semanas aquí he vivido
encerrado dentro de este ghetto,
pero aquí encontré a mi pueblo.
Las flores me llaman
y las castañas blancas lucen en el patio.
Solo que, nunca vi otra mariposa.
Esta mariposa fue la última.
Las mariposas no viven aquí,
en el ghetto.