martes, 14 de enero de 2014

ETERNO RETORNO REFRITO

Siempre retornamos al mismo lugar, dice Borges el ciego. Estamos condenados a cometer los mismos errores y a ganar las mismas batallas, nada puedo impedirlo y se haga lo que se haga, el destino está trazado para todos nosotros. Lo dijo desde el oscuro profundo de sus ojos muertos.

Para la eternidad, este mundo va a terminar y volverá a comenzar de la mano del resto del universo, haya o no, más vida en él. En cierta forma, tiene coherencia bajo la concepción de un universo pulsante, el cual ya se sabe que no es así: es un universo que acelera al punto de romper todo en las partículas elementales. La nada es la velocidad y la exotermia. La astrofísica es una forma de conocer de antemano de qué va la película.

Esta columna se ha escrito desde siempre y se seguirá haciendo y nada puede hacer por cambiarse. Usted pensará exactamente lo que está pensando al momento de leerla sin lograr evitarlo en cada muerte y nacimiento del mundo. Usted nació para pensar eso que tiene detrás de los ojos en este momento.

No se preocupe por mejorar porque está destinado a ser un éxito o fracaso dependiendo quién le juzgue. Exista. Exista por los siglos de los siglos. Los malos nacieron para ser malos, los buenos para ser buenos, los mediocres que somos la media, somos eso: la estadística.

Ya Nietzsche lo dijo en su obra completa. Ya San Juan nos propuso una destrucción en sus visiones, ya el Génesis dijo del arrepentimiento divino de su creación, le dio reset al juego y empezó en modo “fácil” sin gigantes ni dinosaurios que le mataran su poblado de dilectas ovejas. Es que todo es tan simple, es que todo es tan determinante. La duda es parte del guión.

El eterno retorno es lo único que me hace pensar en la existencia de Dios, ese Dios que sabe desde siempre que va a pasar y que tiene ese gusto de ver series repetidas. Lo goza, lo anhela, lo pide, ¿para qué cambiar algo que entretiene? No por nada Friends y Seinfeld siguen en el aire, nos parecemos a nuestro creador que ama ver lo sucedido una vez y otra. Los refritos obsesionan, ¿o no miran ustedes el mismo gol de ese partido de futbol, esa parábola perfecta de la memoria muscular, las imágenes de la entrada a la Habana de los barbudos, el video de Katy Perry?

En mi caso, sucede con la música, esa obsesión negra y repitente de poner los mismos sonidos armónicos sin cansarme hasta quedarme dormido pensando igual que en enero de 2013. Que en enero de 1980. Que en enero del año 2. Como lo haré dentro de cinco ocasos y amaneceres del tiempo. Talvez por eso mis fiestas son tan aburridas con las mismas canciones, la misma gente, coreografías ridículas de un ser tan igual a sus semejantes. Pueden oírme aullar, vencido.

Déjese amar por su mugre trabajo. Los muertos sólo revivirán para ser muertos nuevamente, la sangre nunca terminará de latir. El libro que perdió estaba escrito para que así fuera, los asesinados tenían que ser asesinados. Usted ha nacido para protestar y fallar. Usted es ese que quiere cambiar el guión de un capítulo pregrabado. No amigo, nada cambia en esto que vivimos.

Vino a enamorarse de lo mismo, a esperar el amor para que le acontezca una vez y otra, con la misma persona que le espera detrás de las cortinas del tiempo para apasionarse con su discurso y sufrirle las ausencias y viceversa. Vino a odiar lo mismo, a conocer cretinos, a ofenderse por algo que le ha venido jodiendo desde siempre. Los bandos están hechos, amigos. El eterno retorno, es el nombre de la verdadera divina comedia, Dante.