Río revuelto ganancia de pescadores. Proféticamente Javier Payeras en su
columna de la semana pasada ofrece a los frustrados escritores un breve pero sustancioso manual de cómo escribir un
best seller y, oh gracias divinidad, este es el momento.
La información que se ha dado a conocer durante las últimas 72 horas ha venido a dar caravuelta a empresarios, gremios, grupos, gobierno y gobernados.
El documento que escribió e hizo público el fallecido abogado Rodrigo Rosenberg, donde acusa a la trinidad del ejecutivo de actos delictivos y de su muerte, será (ya lo es) parte de la cultura popular contemporánea nacional.
El gobierno ha reaccionado encerrándose en un
clinch ridículo, ya para qué, el gancho a la mandíbula fue conectado y está a punto del
nockout. Para los que extrañan vivir en Estados Unidos, aquí también tenemos nuestros escándalos, vaya.
Las condiciones sociales se tornan
ipso facto en una breve trama para un éxito de ventas
made in Guatemala. Es la oportunidad para no ser egoístas, sino de elegir democráticamente a un preclaro escritor/a y lanzarlo a la empresa de plasmar este tiempo
pulp que vivimos.
A ver: 1. Hay un gobierno corrupto. 2. Hay un abogado mártir asesinado por defender la verdad. 3. Sicarios en motocicletas. 4. Un supuesto amorío prohibido. 5. Una sociedad inconforme. Mmmm, pensándola bien, podríamos decirle a nuestro escritor elegido que puede hacer la segunda parte de
El Señor Presidente: Revolutions.
Sin duda, nuestra gran novela nacional, tiene que contar con el apoyo de la UGAP (Unión Guatemalteca de Agencias de Publicidad) quienes a su vez pueden apostarle a las campañas de expectativa para un Clio o inclusive un León de Oro de Cannes.
De igual manera, los implicados tendrán que sincerarse, no en aras de la justicia, si no a favor del arte, en contar con pelos y señales cómo han hecho de Guatemala un país proclive a ser carne de cañón de literatura
best seller. De esa cuenta, podremos aspirar a tener en nuestras manos una obra que trascenderá este tiempo y se inscribirá en los anales de la historia como claro ejemplo del periodismo literario.
Digo, si Truman Capote sigue siendo estudiado por
A Sangre Fría, y García Márquez por
Relato de un Naufragio, tenemos que pensar en instalarnos en el mapa de la literatura universal con una obra que supere esos hechos de sangre, intriga, muerte, seducción, conspiración de unos y otros, para que nuestros hijos se puedan llamar orgullosamente guatemaltecos.
El revuelo político que esto está causando y la tensión social que vivimos, serán dentro de algunos años un mero recuerdo y risa, comparado con la proyección que nos dará dicha obra. Es más, previo a participar en alguno de las grandes loterías literarias, o sea los premios y concursos, hay que sentarse con los personeros del Inguat para crear una estrategia conjunta.
Turismo extremo. Fácil. Se declara patrimonio cualquier esquina donde haya ocurrido un asesinato, y entre más sangriento mejor, para que nuestros futuros visitantes puedan entender por sí mismos los engranajes que motivaron a la gran novela nacional.
Exacto, así como en Irlanda se celebra el día de Bloomsday, que explica la jornada que vive el personaje principal del Ulysses, de James Joyce, don Leopold Bloom; aquí podremos instaurar el día de Rosenberg, donde se repasarán los pasos del mártir de nuestra gran novela nacional, se harán lecturas de los capítulos de la misma y se leerá íntegro el documento donde acusa a los gobernantes de turno.
Vamos, si Cuba lo hizo con su Revolución, Estados Unidos con su guerra de Secesión ¿por qué nosotros no con un tema que nos agobia como patria? Es hora de empezar una nueva historia nacional. Ya se probó por todos lados: el fut, las olimpiadas, la empresa privada, partidos políticos, la religión, etc. Le toca el turno al arte... ¡diga sí a La Gran Novela Nacional!
P. El escritor elegido también tendrá que escribir la biografía de Carlos Peña (otra), El Pescado Ruiz, Fabiola y reescribir la leyenda de Tecún Umán, primo hermano de Wolverine...