Mis dos héroes están marcados por la viruela, Beethoven y Bukowski. Hablemos de este último. Me encontraba en una etapa profundamente jodida, la encrucijada entre seguir mis estudios de ingeniería y una promisoria carrera como empresario, o seguir haciendo poemas. Eran los últimos años del siglo XX, ahora no recuerdo bien si el 98 o el 99.
Estudiaba números y visualizaba un futuro medianamente bueno si seguía en la senda familiar y la empresa que tanto había costado a mi padre, pero encontré para mi maldición un libro de Plaza y Janés que tenía 20 poemas de Bukowski y me enganchó como solo la cocaína lo hizo.
Al principio me sorprendió el fondo más que la forma. Era oscuro, directo y fuerte, sin pelos en la lengua ni en la punta de los dedos para escribir lo que merece ser escrito. Así que sin más, tres meses después de haber leído todo lo que pude de este señor, le avisé a mis padres que me haría escritor.
No tienen idea de las veces que me he arrepentido de esa decisión, pero bueno, es constante mía y muletilla vivencial de arrepentirme de ciertas cosas, y aquí estoy. Conforme los años he conocido gente cautiva de Buk y ultimamente pues hablábamos mucho con Javier Payeras sobre el caso de este señor y decidimos hacer algo, o sea, hablar sobre él. Y qué mejor lugar para hacerlo que el Badd Attitude, en la zona 1.
¿No conocen a Bukowski? Se los recomiendo, es una lucha constante, es lo que salva a sociedades deslumbradas como la gringa, es el humanismo de la derrota, cae bien leerlo porque escribe bien (en inglés, claro, las traducciones son medianas).
Así que este sábado están invitados a que nos tomemos los buenos tragos. Vamos a poner desde las siete de la noche la película Factotum, (basada en una de sus novelas), luego leeremos sus poemas, vamos a escuchar Buk leyendo sus poemas (grabación) y a escuchar música de la banda sonora, así como de Tom Waitts y Leonard Cohen. Les dejo con un texto magnífico de este señor, mi favorito acaso:
LA DUCHA
Nos gusta ducharnos después
(a mí me gusta el agua más caliente que a ella)
y su rostro siempre es suave y tranquilo
y ella me lava primero
me extiende el jabón por los huevos
los levanta
los aprieta,
luego me leva la verga:
"¡Oye, esto sigue duro!"
luego me lava el vello de ahí abajo
la panza, la espalda, el cuello, las piernas,
yo sonrío, sonrío, sonrío
y después la lavo yo a ella...
primero el coño,
me pongo detrás, mi verga en sus nalgas
suavemente le enjabono los pelos del coño
lavo ahí con un movimiento suave
talvez me detanga más de lo necesario,
luego las piernas por detrás, el culo,
la espalda, el cuello, la hago girar, la beso,
enjabono los pechos, luego la panza, el cuello,
las piernas por delante, los tobillos, los pies,
y luego el coño, una vez más, para que me de suerte...
otro beso y ella sale primero,
se seca, a veces canta mientras yo sigo allí
pongo el agua más caliente
disfrutanto los buenos momentos del milagro amoroso
luego salgo...
normalmente es por la tarde y todo está tranquilo
y mientras nos vestimos hablamos sobre qué otra cosa
podríamos hacer
pero el estar juntos lo resuelve casi todo,
en realidad, lo resuelve todo
porque mientras esas cosas estén resueltas
en la historia de un hombre y una mujer
es diferente para cada uno
mejor y peor, para cada uno...
para mí, es tan espléndido como para recordarlo
después de la marcha de los ejércitos
y de los caballos que pasan por las calles afuera
después de los recuerdos de dolor y el fracaso
y la desdicha:
Linda, tú me has traído esto
cuando te lo lleves
hazlo lenta y suavemente
hazlo como si estuviera muriéndome en sueños
en de lugar de en vida,
amén.